Por Elena G. de White
Nota Editorial: Una forma muy contagiosa del SIDA se está difundiendo rápidamente por la China.
Una epidemia de cólera está destruyendo vidas en Haití.
Las naciones Unidas han informado que la explosión mundial de la población (alcanzará a 7 billones para el fin de este año) aumentará
la crisis global de alimentos.
Jesús predijo que habría hambres y pestilencias por los lugares.
"En el encuentro de Cristo con los discípulos de Juan el Bautista encontramos una lección de fe. Cuando Juan el Bautista se econtraba
prisionero en una mazmorra solitaria cayó en el desaliento, por lo que envió a sus discípulos a Jesús, preguntándole: '¿Eres tú aquel que había de venir,
o esperaremos a otro?' Mateo 11:3. Cristo conbocía la misión que traían los mensajeros, y mediante una grandiosa demostración de su poder les dio evidencias
inconfundibles de su divinidad. Volviéndose hacia la multitud habló, y los sordos oyeron su voz. Habló nuevamente, y los ojos de los ciegos fueron abiertos
para ver las bellezas de la naturaleza. . .
Extendió su mano y a su toque la fiebre abandonó a los enfermos. Volviéndose luego hacia los discípulos de Juan dijo: 'Id, y haced saber a Juan las cosas que oís y veis'. Versículo 4.
"El mismo Jesús que realizó aquellas obras poderosas es hoy nuestro Salvador y está dispuesto a manifestar su poder en nuestro favor como lo hizo en favor de Juan el Bautista.
Cuando estemos rodeados por circunstancias adversas, asediados por difucultades que parecen imposibles de vencer, no debemos murmurar, sino recordar la amante benevolencia del
Señor en lo pasado. Mirando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe, podremos mantenernos como viendo al Invisible, y esto impedirá que nuestras mentes sean nubladas por la sombra de la incredulidad."
Reflejemos a Jesús, pág. 344.
Continuará. . .
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