Thursday, January 28, 2016

La Armadura de Dios —Parte 7



La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

Nos concentraremos hoy en la coraza. La coraza es la pieza de la armadura que cubre el pecho.
Algunos han dicho que los soldados romanos no tenían nada para proteger la espalda, eso no es cierto. La coraza cubría tanto el pecho como la espalda. Dios no deja a sus hijos sin protección a sus espaldas, para que sus enemigos los ataquen por detrás.

La Cota o Coraza de la Justicia
Objetivo Militar Práctico-
Los romanos tuvieron la idea para el diseño de la armadura que proporcionaba un peso ligero combinado con la facilidad de movimiento y la protección contra los golpes.
Esta coraza estaba unida al cinturón por medio de tiras de cuero que pasaban por los anillos a la parte inferior para mantenerlos sólidamente unidos.
Estaba unida al cinturón, y estaba por encima de la correa. Nota : El cinuturón que ceñía los lomos tení que ser puesto primero, entonces se colocaba el pectoral . Un área clave
protegida por pectoral o la coraza del soldado era el corazón . Aunque que el corazón es el órgano clave responsable de enviar la sangre a través de nuestro sistema circulatorio
para mantenernos con vida, nuestra vida espiritual puede morir si nuestros corazones no están bien con Dios. Se nos aconseja en el libro de Proverbios: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón;
Porque de él mana la vida." Proverbios 3:23.

Continuará...

Monday, January 18, 2016

La Armadura de Dios —Parte 6



La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

La manera en que Pablo se refiere a la armadura (panoplia en el griego), es como si él hubiera querido dar a entender que la armadura era una proposición de todo o nada, algo esencial que se necesitaba para poder hacer lo que todo soldado debe hacer. Para poder estar firme "contra las asechanzas del diablo". La expresión que Pablo usó para referirse a "las asechanzas del diablo" fue la palabra methodeia. Esa es una palabra griega que denota una ruta o sendero que se un camino o carretera que se recorre. Esto se debe a que el diablo intenta continuamente asegurar un punto de apoyo para que poder comenzar la construcción de una carretera que guía a su mente. Todo es un método de trabajo, es metódico y sistemático.

La armadura de Dios no es solamente la armadura protectora de un soldado que enfrenta una batalla constante en una guerra sin cuartel llamada la gran controversia, sino que también es la armadura de un intercesor.
Siguiendo el ejemplo de Cristo, quien oraba mucho cuando estuvo en la tierra y quien ahora intercede por nosotros en el santuario celestial, este soldado también intercede, por sí mismo, por los suyos, por sus hermanos, por las almas, por el adelanto de los intereses de Dios en la tierra.

"Y vio que no había hombre, y se maravilló de que no hubiera quien intercediese; por eso su propio brazo lo salvó, y su misma justicia le sostuvo." Isaías 59:16 (Reina Valera, Revisión 1977.)

"Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto." Isaías 59:17. (Reina Valera, Revisión 1960.)

Esta es la armadura de Jesús. Él es nuestro ejemplo en todas las cosas.

Como observamos en nuestra artículo anterior, el cinturón no es la pieza más notable de la armadura, sin embargo, en realidad es la pieza central que sostiene todo el resto de una manera segura en su lugar y provee algo para llenar cada necesidad durante la batalla. El cinturón era amplio y de cuero resistente. De éste colgaba una falda superpuesta, de tiras de cuero que en la superficie interior estaban blindadas con pequeñas piezas rectangulares de metal que estaban sujetadas por remaches decorativos que se veían en el exterior. También desde el cinturón colgaban ganchos especializados y argollas para asegurar la vaina que contenía la espada en el ángulo correcto, la aljaba, que contenía lanzas y un aparato sobre el que descansa un escudo grande de batalla. Además, en la cinta habían sujetadores con los cuales mantenía la coraza en su lugar apropiado. Los suministros de pan, de aceite y de agua se cargaban también en el cinturón.
El cinturón de la verdad representa para nosotros la Palabra de Dios.

"Fue la Palabra de Dios lo que venció a Satanás. Entonces, los que hacen de esa Palabra su estudio, se están armando a sí mismos con armas de poder divino en contra de los ataques del enemigo." Signs of the Times, Vol. I, pág. 290.

"Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad." Juan 17:17.

"Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Juan 8:32.

"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí." Juan 14:6.

"En palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra." 2 Corintios 6:7.

Del mismo modo que el cinturón es fundamental para la armadura de Dios, la Palabra escrita de Dios (la Biblia) es fundamental para todo lo relacionado con la guerra espiritual. Sabemos por la Palabra escrita que Dios nos han hecho la justicia de Dios en Cristo, la fe en la justicia de Cristo asegurará fuertemente nuestra coraza de justicia. La fe (el escudo) viene por el oír la Palabra de Dios. Si amamos tener comunión con Dios, vamos a llenar nuestros corazones de su Palabra. En ese caso, la vaina, que sostiene la espada, podría representar el corazón lleno de la Palabra de Dios. Y "de la abundancia del corazón, habla la boca." Cuando nuestro corazón está lleno de la Palabra escrita, podemos desenvainar la espada de la Palabra hablada de Dios. Si seguimos los mandatos de Dios, podemos estar seguros de que estamos en la voluntad de Dios, de que vivimos y caminamos en las promesas del registro escrito de la Palabra de Dios.

"El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Mateo 4:4.

Continuará...

Friday, January 15, 2016

La Armadura de Dios —Parte 5





La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

La armdura de los soldados romanos, en la cual se basó el apóstol Pablo para describir la armadura del cristiano, era muy interesante, porque le daba al soldado una marcada ventaja sobre sus enemigos (esto es algo que debe resaltar la importancia de la armadura espiritual para nosotros.)
Vamos a estudiar esta armadura pieza por pieza, porque la pluma inspirada nos ha dicho que cada pieza es esencial. Vamos a desmenuzar cada pieza. Nos concentraremos hoy en la primera pieza, el cinturón de la verdad con el cual nuestros lomos deben estar ceñidos.
Objetivo Militar Practico de Esta Pieza de la Armadura:
Esta era una pieza muy importante de la armadura del soldado romano. El soldado romano ponía alrededor de su cintura un cinturón ancho que era el soporte para una gran cantidad de equipos que él cargaba para su defensa y para yudarlo en la batalla. Por ejemplo, el cinturón tenía  adheridos a él unos anillos, para los diferentes espadas. Otros anillos eran usados para enganchar cuerdas y un saco de raciones. Cuando las legiones conquistaban una ciudad, los soldados vaciaban el saco ración para hacer espacio para el oro, joyas, y otro botín que recogían. Había también anillos en el cinturón para los dardos. El cinturón era atado en varios lugares para que permaneciera en su lugar, por lo cual no importaba cuánto el soldado se moviera, si se caía, se subía colinas, etc., el cinturón estaba siempre en su lugar con las armas listas para su uso. Si el cinturón no estaba bien puesto, entonces todo estaba fuera de lugar para el soldado. Esto reducía su eficacia en la batalla e incluso podía costarle la vida.
la verdadlo es todo para nosotros.

Aplicación Práctica en la Guerra Epiritual Diaria
Tanto como el soldado antiguo tenía que ponerse su sinturón todos los días para poder mantener su armadura junta, nosotros debemos aplicar la Palabra de dios a nuestras vidas diarimanete o no podremos mantener nuestra defensa fuerte en contra de nuestros enemigos.
El cinsturán era lo primero que el soldado se ponía, de igual manera, la primera tarea del  cristiano es ceñirse de la verdad. Muchas de ls armas y defensas del soldado romano dependían de que el cinturón enstuviera colocado en su lugar apropiadamente. Si no aprendemos a utilizar la Palabra de Dios como cinturón de la verdad, no tenemos ningún fundamento para nuestra defensa en contra del enemigo y sus sofismas. El cinturón mantenía las cosas que el soldado necesitaba en su lugar, donde necesitaban estar. La Palabra de Dios (y también el Espíritu fe Profecía) hacen lo mismo por nosotros.
No debemos ir hacia la batalla de la vida diaria, sin saber lo que hemos de enfrentar en ese día, sin saber las luchas que nos esperan ni lo que nos ha de acontecer, sin haber pasado tiempo en comunión con Dios, comiendo el Pan de Vida y bebiendo de la sangre del Hijo de Dios. Entonces, con el cinturón de la verdad, bien colocado en su lugar, podeos salir, porque estamos preparados. 


Continuará...

Monday, January 4, 2016

La Armadura de Dios —Parte 4


La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

La verdad. Una de las armas que constituye la armadura de Dios es la verdad. El rey David estaba consciente del poder protector de conocer la verdad: "Jehová, no retengas de mí tus misericordias;Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre." Slamo 40:11.
"Hablando él estas cosas, muchos creyeron en él. Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres." Juan 8:30-32.
Orando a su Padre a favor de sus discípulos y de todos los que habrían de creer en Él hasta el fin del mundo dijo: "No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad." Juan 17:15-17.

El estar ciego o no estar dispuesto a aceptar una parte de la verdad coloca a la persona en una situación vulnerable para caer en cautiverio al mal y al pecado. Cristo vino a liberar a los cautivos que quisiera recibir su libertad. Parte de la misión del Mesías era:
abrir "los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas". Isaías 42:7. El conocer y adoptar la verdad, como se encuentra en las Escrituras produce en el seguidor de Cristo el nuevo nacimiento espiritual, y eso produce una liberación del yugo del pecado.
De esa manera, somos adoptados en la familia de Dios (Efesios 1:5), experimentamos un nuevo comienzo y adoptamos una nueva dirección para nuestras vidas. Al obedecer la verdad, somos purificados por ella (1 Pedro 1:22), esto nos ayuda a resistir en contra del pecado. Al ceñir nuestros  lomos con la verdad, recibimos la protección de Dios en contra de todos los peligros que nos rodean.

Continuará....