Tuesday, February 23, 2016

La Armadura de Dios —Parte 11


La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

El Apresto del Evangelio de Paz
Propósito  Militar Práctico
Algunos historiadores le dan crédito al calzado de los soldados romanos como una de las mayores razones por las que el ejército romano era tan victorioso sobre sus enemigos. Como hemos observado anteriormente, el soldado romano estaba equipado
con un tipo de calzado especialmente diseñado para el combate. Éste tenía agudos clavos en las suelas que le proporcionaban una postura y equilibrio suficientemente estables como para disfrutar de superioridad en la batalla, aunque ésta tomara lugar en las colinas y en terreno irregular fuerte.
Si el soldado perdía su espada, todavía se podía defenser a sí mismopor medio de patadas y golpes lanzados en contra de su enemigo.

Pero, tomemos un momento para pensar detenidamente en esto. ¿Cuál es el propósito del calzado?
Piense en un soldado con toda su armadura puesta, pero descalzo. Vulnerable a sufrir cortaduras que retardarían su avance y dificultarían su progreso. Expuesto a enfrentar problemas en la batalla. En todos los campos deguerra siempre ha habido asperezas y escombros, y en tiempos antiguos, los había con toda seguidad.
Aunque hubieran sido solamente de espinas enterradas, o cordaduras de guijarros, o arañazos hechos por ramas de arbustos. Ese soldado estaría sufriendo mucho dolor, lo cual lo distraería en el combate, y lo pondría en peligro de perder hasta la vida.
En medio del tumulto de la batalla, ese soldado no estaría pensando en poner todo su esfuerzo para ganar en contra de las fuerzas enemigas, sino que estaría preocupado por lo que pisan sus pies y por el dolor que le produce cualquier herida.

De igual manera, el soldado cristiano debe tener sus pies calzados con el apresto del Evangelio de paz. Y debe estar seguro de que lo que calza sus pies es en verdad, el verdadero Evangelio de Cristo. Solamente la verdad proteje. Solamente la verdad libera y ayuda a triunfar en el fragor de la batalla.

"Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio." Marcos 1:14-15.

"Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura." Marcos 16:15.

"¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" Romanos 10:15.

"Den gracias al Señor, invoquen su nombre; den a conocer sus obras entre las naciones." Salmo 105:1.

“Porque me has librado de la muerte, y mis pies de la caída, Para que ande delante de Dios en la luz de la vida”. Salmo 56:13.

“Dichosos los que saben aclamarte, que andan en la luz de tu rostro, Señor.” Salmo 89:15.

“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida ." Juan 8:12.

"El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo." 1 Juan 2:6.

Continuará...

Wednesday, February 17, 2016

La Armadura de Dios —Parte 10



La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

Calzados los Pies con el Apresto del Evangelio de la Paz

Los zapatos o sandalias del soldado romano no eran calzados corrientes. Se tomaba un gran cuidado el poder suplir a los soldados de calzados apropiados para su asignación.Sus zapatos (o botas de tiras de cuero) consistían de unas sandalias cortadas y entretejidas de una manera elaborada, cuyas suelas estaban formadas por capas de metal y de cuero, las cuales se unían con clavos que se se extendían, fuera de las sandalias, media pulgada, en algunos casos varias pulgadas, de manera que se enterraban en la tierra,  para evitar que se movieran.
Algunos tenían picos de metal por los dedos del pie y espuelas con las cuales podían hacer daño al enemigo. La parte superior de las sandalias estaban a menudo blindadas por medio de pequeñas piezas de metal que cubrían parcialmente la parte superior del calzado clavetadas a las correas de cuero. Además, adjunta a la parte superior de la sandalia habían grebas de metal desmontables, que se extendían hacia arriba para proteger las rodillas, las pantorrillas y los tobillos.
De esa manera, los zapatos o sandalias del soldado no eran simplemente calzado para que estuviera cómodo y fuera efectivo en la lucha o pudiera avanzar en la marcha, sino que eran una parte de su armamento en la batalla.

A menudo se nos ha dicho que el avance del Evangelio debe ser agresivo. No en el sentido de avanzarlo por la fuerza, sino en el sentido de que la aspereza del terreno (las pruebas y dificultades que se presenten, a la vez que los obstáculos) no deben detener al fiel soldado de Cristo.

Continuará...

Monday, February 8, 2016

La Armadura de Dios—Parte 9


La Armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

"Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él."  2 Corintios 5:21.

"En palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra." 2 Corintios 6:7.

"Pues de justicia se vistió como de una coraza, con yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por vestidura, y se cubrió de celo como de manto." Isaias 59:17.

"Porque los brazos de los impíos serán quebrados; Mas el que sostiene a los justos es Jehová." Salmo 37:17.

Aplicación Para la Guerra Espiritual Diaria
Cuando recibes por la fe la cota de la justicia de Dios, es un arma de defensa contra todas las acusaciones, calumnias, y estrategias mentirosas y estratagemas del diablo. La Biblia declara que el corazón del hombre es propenso a caer en la tentación de acuerdo a Mateo 26:41. Nosotros sólo somos justos a los ojos de Dios por la fe en lo que Jesús ha hecho por nosotros, y cuando confiamos y reclamamos la justicia de Cristo como nuestra justicia. El pensar el y hacer lo correcto son la parte de la rectitud con la cual debemos protegernos. Se nos exhorta a guardar nuestro corazón con toda diligencia: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida." (Proverbios 4:23). Debemos dar nuestro corazón a Jesús para que él lo mantenga a salvo, hay que confiar nuestros corazones a la protección de Jesús y de su Espíritu Santo, para que puedan estar a salvo. Debemos escudriñar nuestros corazones con regularidad y preguntarnos todos los días cómo estamos con Dios, y pedirle diariamente que lleve nuestro corazón a Él y que si nos vamos a la deriva, que Él conduzca nuestro corazón hacia Él y nos mantenga aferrándonos a él. Todo esto está simbolizado por la cota de justicia.

Continuará...

Thursday, February 4, 2016

La Armadura de Dios —Parte 8



La armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.

Antes de continuar con la coraza, debos señalar algunas otras cosas con especto al cinturón que descansaba sobre ella y al cual ésta se hallaba atada.

Debajo de la coraza, el soldado romano llevaba una túnica o una prenda exterior que le servía de ropa primaria. Generalmente se hacía de una pieza grande, cuadrada, de material que probablemente, al principio era lana de oveja, pero más tarde, en Asia, y para los ricos en Europa, llegó a ser de lino, con agujeros cortados para la cabeza y los brazos. Ésta cubría holgadamente la mayor parte del cuerpo del soldado. Por cientos de años, esta túnica fue lisa, con franjas de colores a la altura de los hombros y en los puños. Más adelante, los soldados vestían túnicas blancas cuando no estaban de servicio y para asistir a ceremonias, y cuando iban a la guerra, usaban túnicas rojas.
Juan vio al Señor Jeus marchando en un caballo blanco a combatir a sus enemigos y observó que Él  "estaba vestido de una ropa teñida en sangre: y su nombre es llamado EL VERBO DE DIOS". Apocalipsis 19:13. Esa era una figura que una persona viviendo en el Imperio Romano comprendía: Cristo marchaba como un guerrero victorioso, conquistando y para vencer. Ese era un simbolismo que Juan comprendía muy bien.
Dado que la mayoría de los combates antiguos eran mano a mano, una túnica suelta era un obstáculo potencial e incluso un peligro. Antes de una batalla, el soldado usaban un cinturón, para que su túnica fuera recogida y cuidadosamente ceñida entre las piernas del soldado, el cinturón era de un cuero grueso.

Ese cinturón simboliza y demuestra la preparación del creyente para la guerra a la vez que su disposición para el combate espiritual, y es un sinónimo de la verdad. La palabra griega traducida como "verdad" (aletheia) básicamente se refiere al contenido de lo que es verdadero. Conocer el contenido de la verdad de Dios es absolutamente esencial para el creyente, si quiere luchar con éxito contra los trampas de Satanás. Si no conoce la enseñanza bíblica básica y fundamental,  está sujeto a ser llevado por doquiera de todo viento de doctrina, por la astucia de los hombres, mediante artimañas engañosas (véase Efesios 4:14).

Pero alethia también puede referirse a la actitud de la veracidad. Representa no sólo la precisión de las verdades específicas, el hecho de que son verdaderas, sino también la calidad de la veracidad. Ese parece ser el significado primario que Pablo tenía en mente aquí. El ser ceñidos con la verdad revela una actitud de disposición de aceptarla y de compromiso genuino en obedecerla.

Es la marca del creyente sincero que abandona la hipocresía. Todo peso que podría obstaculizar su trabajo para el Señor se recoge y se mete en el cinturón de la verdad para que esté fuera del camino. Pablo dijo que ningún soldado en servicio activo se enreda en los negocios de la vida, para que pueda agradar a Aquel que lo tomó por soldado (véase 2 Timoteo 2: 4).

Al estar ceñido con la verdad está siendo renovado en su mente y demostrando cuál es la voluntad de Dios, la cual es buena, agradable y perfecta (véease Romanos 12: 2). Cuando el cristiano renueva su mente al comprometerse con la verdad de Dios, que se convierte en "un sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro racional culto racional (v. 1).

La Cota (o Coraza) de Justicia

¿En qué clase de batalla se encuentra Ud. ahora que es un cristiano? En medio de una recia batalla espiritual, que solamente se pondrá más fiera a medida que el tiempo avanza. El cristiano debe ser parte de la solución, no del problema.
No debemos echar a un lado nuestra armadura cuando salimos a la batalla diaria ni esperar para ponérnosla en un futuro, cuando la batalla arrecie más para nosotros. Tampoco podemos colocar sus piezas sobre nuestra vida espiritual de una manera descuidada.
Siempre recuerden lo que le pasó al rey Saúl, (véase 1 Reyes 22:34) una flecha le atravesó por entre las junturas de su coraza. ¿Está su coraza bien buesta hoy? Pueden las flechas enemigas atravesarla todavía?

Cuando Ud. y yo, como cristianos, no hacemos lo que es correcto, ¿qué es
lo que Satanás hace rápidamente? Nos dice que no somos dignos del amor de Dios y nos quebranta el corazón. Cuando esto nos sucede, ¿qué aplicación práctica tiene la armadura de Dios, y más específicamente, la coraza de justicia para nosotros?
En primer lugar, debemos confesar nuestros pecados, en segundo lugar, es necesario recordar que debemos ponernos la armadura de Dios y no olvidar nuestra coraza. Al colocarnos la correa de la verdad, recordemos que el amor de Dios y su misericordia hacia nosotros no tienen fin, vestirse de la coraza de justicia es la elección acertada y correcta del bien en lugar del mal.


Continuará...