Wednesday, January 27, 2021

Suficiente Gracia Para Todos


Dios tiene una abundancia de gracia y poder esperando nuestra demanda. Pero la razón por la que no sentimos nuestra gran necesidad es porque nos miramos a nosotros mismos y no a Jesús. No exaltamos a Jesús ni confiamos totalmente en sus méritos.

La provisión hecha es completa, y la justicia eterna de Cristo se coloca en la cuenta de cada alma creyente. El costoso e impecable manto, tejido en el telar celestial, ha sido provisto para el pecador arrepentido y creyente, y él puede decir: " En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas." (Isaías 61:10.)

Se ha provisto abundante gracia para que el alma creyente pueda mantenerse libre de pecado; porque todo el cielo, con sus recursos ilimitados, ha sido puesto a nuestras órdenes. Debemos sacar del pozo de la salvación. . . . En nosotros mismos somos pecadores; pero en Cristo somos justos. Habiéndonos hecho justos mediante la justicia imputada de Cristo, Dios nos declara justos y nos trata como justos. Nos mira como a sus amados hijos. Cristo obra contra el poder del pecado, y donde el pecado abundó, sobrepuja la gracia.

Podemos hacer un progreso diario en el camino ascendente hacia la santidad y, sin embargo, encontraremos alturas aún mayores que alcanzar; pero cada estiramiento de los músculos espirituales, cada esfuerzo del corazón y del cerebro, saca a la luz la abundancia de la provisión de gracia esencial para nosotros a medida que avanzamos.

Cuanto más contemplemos esas riquezas, más estaremos en posesión de ellas, y más revelaremos los méritos del sacrificio de Cristo, la protección de su justicia, su amor inexpresable, la plenitud de su sabiduría y su poder para presentarnos ante el Padre sin mancha ni arruga ni nada semejante.

Vivimos el día de la preparación. Debemos obtener una provisión completa de gracia del alfolí divino. El Señor ha hecho provisión para la demanda de cada día. God's Amazing Grace, pág. 181.

 

 

 

Wednesday, January 20, 2021

Una Atmósfera de Esperanza y Alegría

 

Al cristiano se le concede el gozo de recoger rayos de luz eterna del trono de gloria y de reflejar esos rayos no solo en su propio camino, sino en el camino de aquellos con quienes se asocia. Al pronunciar palabras de esperanza y aliento, de agradecida alabanza y de bondadoso ánimo, puede esforzarse por mejorar a quienes lo rodean, elevarlos, señalarles el cielo y la gloria, y llevarlos a buscar, sobre todas las cosas terrenales, la sustancia eterna, la herencia inmortal, las riquezas imperecederas.

"Regocijaos en el Señor siempre", dice el apóstol; "Otra vez digo: ¡Regocijaos!" Dondequiera que vayamos, debemos llevar una atmósfera de esperanza y alegría cristianas; entonces aquellos que están fuera de Cristo verán atractivo en la religión que profesamos; los incrédulos verán la consistencia de nuestra fe. Necesitamos vislumbrar más claramente el cielo, la tierra donde todo es resplandor y alegría. Necesitamos saber más sobre la plenitud de la bendita esperanza. Si constantemente estamos "gozosos en la esperanza", podremos hablar palabras de aliento a aquellos con quienes nos encontremos. "la palabra a su tiempo, ¡cuán buena es!" Las almas mueren por falta de trabajo personal.

No solamente en la asociación diaria con creyentes e incrédulos hemos de glorificar a Dios, hablándonos a menudo los unos alos otros con palabras de gratitud y regocijo. Como cristianos, se nos exhorta a no dejar de reunirnos para nuestro propio refrigerio y para impartir el consuelo que hemos recibido. En las reuniones, que se llevan a cabo de semana en semana, debemos espaciarnos en la bondad y las múltiples misericordias de Dios, en su poder para salvar del pecado. En los rasgos, en el temperamento, en las palabras, en el carácter, debemos ser testigos de que el servicio de Dios es bueno. Así proclamamos que "la ley del Señor es perfecta, que vuelve el alma".

Nuestras reuniones de oración y de testimonio deben ser temporadas de ayuda y aliento especiales. Cada uno tiene una obra que hacer para que esas reuniones sean lo más interesantes y beneficiosas que sea posible. La mejor forma de hacerlo es teniendo una nueva experiencia diaria en las cosas de Dios y sin dudar en hablar de su amor en las asambleas de su pueblo. Si no permiten que la oscuridad o la incredulidad entren en su corazón, éstas no se manifestarán en sus reuniones. . . .

Por medio del misterio y la gloria de la cruz podemos estimar el valor del hombre, y entonces veremos y sentiremos la importancia de trabajar por nuestros semejantes, para que sean exaltados al trono de Dios. Southern Watchman, 7 de marzo del 1905.

Wednesday, January 13, 2021

Hemos Recibido de su Plenitud

 

Cristo buscó salvar al mundo, no conformándose con él, sino revelando al mundo el poder transformador de la gracia divina para moldear y modelar el carácter humano a la semejanza del carácter de Cristo.

Satanás ha representado a Dios como egoísta y opresivo, que lo reclama todo y no da nada, que requiere el servicio de sus criaturas para su propia gloria y que no hace ningún sacrificio por su bien. Pero el don de Cristo revela el corazón del Padre. . . . Declara que si bien el odio de Dios por el pecado es tan fuerte como la muerte, su amor por el pecador es más fuerte que la muerte. Habiendo emprendido nuestra redención, no escatimará nada, por caro que sea, que sea necesario hasta la finalización de su obra. No se retiene ninguna verdad esencial para nuestra salvación, no se descuida ningún milagro de misericordia, ningún agente divino se queda sin empleo. Se amontona favor sobre favor, un don sobre otro. Todo el tesoro del cielo está abierto para aquellos a quienes Él busca salvar. Habiendo recogido las riquezas del universo y puesto al descubierto los recursos del poder infinito, los entrega a todos en las manos de Cristo y dice: Todo esto es para el hombre. Usa estos dones para convencerlo de que no hay amor más grande que el mío en la tierra o en el cielo. Su mayor felicidad se encontrará en amarme.

El Padre aprecia cada alma que su Hijo ha comprado con el don de su vida. Se ha hecho todo lo posible para que recibamos el poder divino, que nos permitirá vencer las tentaciones. Mediante la obediencia a todos los requisitos de Dios, el alma es preservada para la vida eterna.

Dios tiene un cielo lleno de bendiciones que quiere otorgar a aquellos que buscan fervientemente la ayuda que solo el Señor puede dar. Our Father Cares, págs. 25-26.
 
 

Tuesday, January 5, 2021

Nuestro Servicio Debe Contar Con la Aprobación del Cielo


Hay muchos que profesan ser cristianos que no están unidos a Cristo. Su vida diaria, su espíritu, testifica que Cristo no está formado en su interior, la esperanza de gloria. No se puede depender de ellos, no se puede confiar en ellos. Están ansiosos por reducir su servicio al mínimo de esfuerzo y, al mismo tiempo, exigir el salario más alto. El nombre "siervo" se aplica a todas las personas; porque todos somos siervos, y sería bueno que viéramos qué molde estamos adoptando. ¿Es el molde de la infidelidad o de la fidelidad?

 ¿Es la disposición general de los siervos el hacer todo lo posible? ¿No es más bien la moda predominante deslizarse por el trabajo tan rápido como sea posible, tan fácilmente como sea posible, y obtener los salarios al menor costo posible para ellos mismos? El objetivo no es ser lo más minucioso posible, sino obtener la remuneración. Los que profesan ser siervos de Cristo no deben olvidar el mandato del apóstol Pablo: " Siervos, obedeced en todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís."

Los que entran en la obra como "sirviendo al ojo" descubrirán que su trabajo no puede soportar la insprección ni de los mortales ni de los ángeles. Lo esencial para un trabajo exitoso es el conocimiento de Cristo; porque ese conocimiento dará sólidos principios de rectitud e impartirá un espíritu noble y abnegado, como el de nuestro Salvador a quien profesamos servir. La fidelidad, la economía, el cuidado, la minuciosidad deben caracterizar todo nuestro trabajo, dondequiera que estemos, ya sea en la cocina, en el taller, en la oficina de publicaciones, en el sanatorio, en el colegio o en cualquier lugar donde estemos colocados en la viña del Señor. "El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto." —Review and Herald, 22 de septiembre del 1891.