¡La Crisis se Aproxima!---Parte 1

Por Elena G. de White


Nota Editorial: La actitud hacia la economía empeora cada día.
El mercado de Japón, el de Australia y el de Hong Kong cayeron vertiginosamente durante la primera semana de
agosto, 2011, mientras que Wall Street vio la más extensa venta de acciones en dos años. El Dow Jones y el S&P cayeron más de 4% mientras que el Nasdaq perdió un 5%. Acciones han caído 9 puntos en diez días.
La crisis económica en Europa se ha añadido a la ya existente, para crear más problemas.
La mayor crisis de hambre alrededor del mundo en años recientes está ocurriendo en Somalia, África.
Violencia racial explota en Londres. Turbas de jóvenes queman y arrasan con tiendas y hogares en varios suburbios. La policía impotente para
detenerlos.
Los mercados mundiales caen nuevamente.


El tiempo de angustia—angustia como no ha habido desde que hubo nación [Daniel 12:1]—es inminente, nos encontramos como las vírgenes dormidas.
Debemos despertar y pedirle al Señor Jesús que nos sostenga con sus brazos eternos y nos lleve a través del tiempo de prueba que está ante nosotros." Eventos de
los Últimos Días, pág. 12.

"Una gran crisis aguarda al pueblo de Dios. Una crisis aguarda al mundo. La lucha más portentosa de todas las edades está por producirse."
Joyas de los testimonios, tomo 2, pág. 318.

"estamos en vísperas del tiempo de angustia y nos esperan dificultades apenas sospechadas. . .Nos hallamos en el mismo umbral de la crisis de los siglos. En rápida sucesión
se seguirán unos a otros los castigos de Dios: incendios e inundaciones, terremotos, guerras y derramamiento de sangre." Eventos de los Últimos Días, pág. 12.

"Si los creyentes en la verdad no son sostenidos por su fe en estos días comparativamente pacíficos, ¿quién los sostendrá cuando venga la gran prueba y salga el
decreto contra todos los que no quieren adorar la imagen de la bestia ni recibir su marca en sus frentes. En vez de debilitarse y ser irresoluto, debe el pueblo de
Dios estar juntando fortaleza y ánimo para el tiempo de angustia." Testimonies, tomo 4, pág. 251.




Continuará. . .