Por Elena G. de White
"El crisol para la plata, y la hornaza para el oro; Pero Jehová prueba los corazones." Proverbios 17:3.
"Dios acerca a los suyos a sí mediante pruebas difíciles, mostrándoles su propia debilidad e incapacidad y enseñándoles a confiar en él como su única ayuda y salvaguardia. Así quedan preparados para que se los emplee en cualquier emergencia, para desempeñar importantes puestos de confianza y para lograr los grandes fines para los cuales les fueron dadas sus facultades." Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 476.
"Las señales de los tiempos nos indican que el fin de todas las cosas se aproxima. Las profecías cumplidas se han convertido en hechos históricos que definen claramente nuestra posición. Estamos en el umbral del mundo eterno. Nuestro advirtió anticipadamente a su pueblo que la iniquidad abundaría en los días, y ejercería una influencia paralizadora sobre la verdadera piedad. La maldad se ve, se oye y se siente a nuestro alrededor. Parece que penetra la misma atmósfera y afecta la fe y el amor del profeso pueblo de Dios. Es difícil mantener la integridad cristiana. El hecho es que muchas de las cosas corrientes de nuestros días que ocurren en el cristianismo se deben a la ausencia de persecución. Cuando venga la prueba de las fieras persecuciones, una gran proporcióm de los que profesan la fe mostrarán que su religión no es más que un vacío formalismo...
"Los días que vivimos son peligrosos.En las vidas de muchos cristianos profesos se ven el descuido, la liviandad, el amor a los placeres y la complacencia egoísta. ¿Es este un tiempo cuando los adventistas han de perder du fe y tornarse fríos y formales? ¡No lo permita Dios! ...
"El verdadero cristiano se aferrará a las promesas de Dios más firmemente ahora que nunca antes. Su corazón está donde ha puesto su tesoro: en el cielo. Cuando se desprecian y olvidan los principios rectos, entonces los fieles y leales manifiestan su gran celo y profundo amor, entonces permanecen firmemente por la verdad, aunque sea impopular." A Fin de Conocerle, pág. 354.
Continuará...