La Armadura de Dios
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estos versículos "nos exhortan a tener constancia en nuestra vida cristiana y nos animan en nuestra batalla cristiana. ¿No es la vida una lucha? Lo es, porque luchamos con las calamidades comunes de la vida humana. ¿No es nuestra vida religiosa en muchos aspectos una lucha? Lo es, porque batallamos contra la oposición de los poderes de las tinieblas y con muchos enemigos que nos alejarían de Dios y del cielo. Tenemos enemigos en contra de los cuales luchar, un Capitán por el cual luchar, una bandera bajo la cual luchar, y ciertas reglas de guerra por las cuales debemos gobernarnos." Comentario Bíblico de Matthew Henry.
"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes." Efesios 6:12-13.
"El seguidor de Cristo tendrá que enfrentar esas agencias. En sus esfuerzos por ayudar a su prójimo, encontrará la oposición de las invisibles fuerzas del mal. Pero Cristo ha dicho, 'He aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo".
"Considerad, mis hermanos y hermanas, que estáis en el servicio de Dios, que tenéis acceso a Uno que es un pronto auxilio en todo tiempo de necesidad." Elena G. de White, The Missionary Magazine, 1 de marzo del 1898.
Continuará...
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