Monday, May 15, 2017

Los Dos Grandes Principios de la Ley—Parte 4


"La obra más esencial ahora que se debe hacer es considerar las palabras de Cristo: 'todos vosotros sois hermanos'. Cada uno debe ocupar su lugar para realizar el trabajo que se le ha asignado, en perfecta armonía con sus hermanos. Todos deben esforzarse por fortalecer y por edificar las ruinas antiguas, por mantener en alto el estandarte de la Biblia, por proclamar el mensaje del tercer ángel, por vivir la verdad, por ejercitar la misericordia y el amor de Dios y estar preparados para cualquier obra que pueda presentarse en el servicio de Dios. Deben tener en cuenta las enseñanzas de Cristo en el Monte de los Olivos, y notar los atributos que él llama benditos. ' Bienaventurados los mansos' Él dijo, 'porque ellos recibirán la tierra por heredad.'
"'Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.' Cultivemos entonces el precioso atributo de la misericordia, porque se volverá a reflejar en nosotros.
'Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.' El salmista dijo: 'Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.' '¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño. El recibirá bendición de Jehová, Y justicia del Dios de salvación.'
"¿No recibiremos esta luz de la Palabra de Dios? ¿No deberíamos estar agradecidos por Su Palabra, y agradecerle por una instrucción tan clara con respecto al deber que recae sobre todos los que desean las bendiciones especificadas? ¿Consultaremos a los seres humanos cuando tenemos la voz de Dios para hablarnos?
" 'Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios.'  ¿Quién los llama así? Todas las inteligencias celestiales. Entonces no aliente a ningún alma tentada a decirle las quejas que tiene contra un hermano o un amigo. Dígale que no quieres oír sus palabras de censura ni hablar mal, porque tu Consejero te ha dicho en Su Palabra que si dejas de levantar contienda y te conviertes en un pacificador, serás bendecido. Dile que esa es la bendición que deseas.
"Por amor a Cristo, no hable ni piense mal. Que el Señor nos ayude no sólo a leer la Biblia sino a practicar sus enseñanzas. El agente humano que es fiel en su obra, que une la dulzura con su poder, la justicia y el amor, causa regocijo entre las inteligencias celestiales, y glorifica a Dios. Esforcémonos ardientemente por ser buenos y hacer el bien, y recibiremos la corona incorruptible de gloria." Manuscript Releases, tomo 18, págs. 7-9. 

Concluido.

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