creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios." Entrará en este contrato con todo su corazón, su mente, y su alma?
Mire a su Redentro en fe y amorosa confianza, para recibir poder y sabiduría para hacer la obra de edificar un carácter. Se sienta como refinador, para pirificar el ora la plata de toda escoria. Por eso, mirélo continuamente, y ningún material sin valor será incorporado a la estructura de la edificación de su carácter.
Por la fe pueden aceptar los méritos de la sangre del Hijo de Dios, que él ha derramado para que el pecador no perezca, sino que tenga vida eterna. Dios ha puesto sobre Él todo poder para impartir ayuda a todo aquel que rompa con Satanás y reconozca a Cristo como su única esperanza. . . . Cuando esté dispuesto a cooperar con Aquel que puede evitar que caiga, sus resoluciones tendrán algún valor. Cristo, el principal Sanador, le sanará. Trabaja poderosamente con todo aquel que es sincero. Él dará fuerza y victoria. Todos los rasgos mezquinos y malvados del carácter pueden ser quitados por Aquel que lo ha comprado como Su propiedad. . . .
Rompa con el enemigo. Libérese del príncipe de la potestad del aire y de la legión de sus asociados.
Satanás resistirá los esfuerzos de aquellos que decidan estar del lado del Señor. Recurrirá a todo tipo de engaños para frustrar sus esfuerzos. Pero Dios ha dado a Su Hijo para que cargue con los pecados de aquellos que buscan Su verdad y justicia. Él está listo para impartir gracia a todo aquel que lo busque con fe. . . .
El ejercicio de la fe y la valentía varonil ampliarán la comprensión de lo que significa ser un cristiano. Debemos buscar esa fe que obra por el amor y purifica el alma. Tendremos graves conflictos con nuestras tendencias al mal hereditarias y cultivadas. Debe haber una firme dependencia del Capitán de nuestra salvación. Él no dejará de hacer su parte. In Heavenly Places, pág. 19.