Por Elena G. de White
Nota Editorial: Sigue una sequía terrible en el Suroeste de los Estados Unidos provocada por La Niña.
Tremendas erupciones solares han iniciado la mayor tormenta de radiación en siete años.
El 24 de enero del 2012, la tormenta solar comenzó, forzando a la aerolínea Delta a alterar sus patrones de vuelo.
Especialmente los vuelos nocturnos desde Detroit a Hong Kong,y de Shanghai y Seúl, tomaron una dirección más hacia el sur, para evitar los efectos de la tormenta solar.
Las transmisiones de las llamadas telefónicas en los celulares también se han estado cayendo.
"¡Oh, si los que profesan conocer la verdad tuvieran el espíritu de Cristo, el Redentor que se sacrificó a sí mismo, que renunció a sus riquezas, a su esplendor, a su alto mando e hizo todo lo que podía hacer un Dios para salvar a las almas, se negarían a sí mismos, tomarían su cruz y segurían a Jesús! . . .
"¿Os dais cuenta de que cada año miles y miles y decenas de miles de almas están pereciendo en sus pecados? Las plagas y los juicios de Dios ya están haciendo su obra, y las almas van a la ruina porque la luz de la verdad no ha resplandecido sobre su sendero. ¿Creemos plenamente que hemos de llevar la Palabra de Dios a todo el mundo?
¿Quién cree esto? '¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no hand creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?' ¿Quién tiene la fe que lo induzca a llevar a la práctica esta palabra? ¿Quién cree en la luz que Dios ha dado?" Testimonios para los Ministros, pág. 399.
"No necesitamos decir: 'Los peligros de los últimos días pronto han de venir sobre nosotros'. Ya han venido. Necesitamos ahora la espada del Señor para que corte el alma y los tuétanos de las concupiscencias, los apetitos y las pasiones carnales. Ojalá que penetre hasta partir en mucho mayor grado de lo que hasta ahora lo ha hecho. . . .
"Me dirijo aln pueblo de Dios que hoy retiene firme su confianza, que no se apartará de la fe que ha sido una vez dada a los santos, que está en pie en medio de las tinieblas morales de esos días de corrupción. La palabra de Señor a vosotros es esta: 'Y me alegraré con Jerusalén, y me gozaré con mi pueblo'. ¿No podemos ver aquí el amor paternal de Dios expresado hacia aquellos que mantienen aferrados a la fe en la justicia? Existe la más estrecha relación entre Dios y su pueblo. No solamente somos objecto de su misericordia llena de gracia, de su amor perdonador; somos más que esto. El Señor se regocija sobre su pueblo. Él se deleita en sus hijos. Él es su seguirdad. Hermoseará con el expíritu de santidad
a todos los que le sirven con corazón íntegro. Los reviste de justicia. Ama a los que hacen su voluntad, los que expresan su imagen. Todos los que son veraces y fieles se conforman a la imagen de su hijo. En su boca no ha sido hallado engaño, porque son sin falta delante del trono de Dios." Ibid., págs. 414–415.
Continuará. . .
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