Sunday, April 14, 2013

Las Bodas del Cordero Parte 9


Bodas en el Lugar Santísimo— ¿Te Hallas Listo?

La Parábola de las Diez Vírgenes

"Los que han despreciado la gracia divina que está a su disposición, la cual os hubiera calificado para ser habitantes del cielo, serán la vírgenes fatuas. Tuvieron toda la luz, todo el conocimiento; pero fracasaron en obtener el aceite de la gracia; no recibieron la verdad en su poder santificador." Review and Herald, 19 de agosto del 1890.

"Hay personas que han recibido la preciosa verdad de la justicia de Cristo, pero no actúan en base a ésta; son vírgenes fatuas. Prefieren los sofismas del enemigo en lugar del claro 'Así dice el Señor'. Cuando la bendición de Dios descansó sobre ellos a fin de que fuesen canales de luyz, no avanzaron de una luz a otra luz mayor; permitieron que la duda y la incredulidad entraran, de manera que la verdad que habían visto, se volvió una incertidumbre para ellos. Satanás usa a los que afirman creer la verdad, pero cuya luz se ha vuelto tinieblas...Cietamente son vírgenes fatuas, escogiendo las tinieblas en vez de la luz y deshonrando a Dios. El carácter que cultivamos, la actitud que asuminos hoy está determinando nuestro destino futuro." Ibid.

"El refrigerio o el poder de Dios viene solamente sobre aquellos que se han preparado para él haciendo la obra que Dios les ordena hacer, es a saber, purificar sus corazones de toda suciedad de la carne y del espíritu." Testimonies, tomo 1, pág. 619.

"A su iglesia, Cristo le ha dado amplias facilidades, a fin de recibir una grande cantidad de gloria de parte de su posesión adquirida y redimida. La iglesia, habiendo sido provista de la justicia de Cristo, es su depositaria, en la cual la riqueza de su misericordia, su amor, su gracia, han de aparecer en un completo despliegue. La delcaración, en su oración intercesora, que el amor del Padre fuera tan grande hacia nosotros como hacia él, el Hijo unigénito, y de que estemos con él donde él está, para siempre en unidad con Cristo y con el Padre, es una maravilla para el ejército celestial, y constituye su gran gozo. El don de su Santo Espíritu, rico, completo, y abundante, ha de ser para su iglesia como una pared de fuego a todo su alrededor, contra la cual los poderes del infierno no prevalecerán. En su inmaculada pureza y perfección sin mancha, Cristo and spotless perfection, Cristo contempla a su pueblo como la recompensa de su sufrimiento, de su humillación, y su amor, y el suplemento de su gloria,—Cristo, el gran centro de donde irradia toda gloria. 'Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.'" Christian Experience and Teaching of Ellen G. White, pág. 209.

"Me entristece saber cuántos no van a alcanzar la norma bíblica. Si supiéramos que solamente en un año el Señor vendría en las nubes de los cielos con poder y grande gloria, ¡qué sentimiento de solemnidad reposaría sobre nosotros! Cuán fervientemente trataríamos de prepararnos para su venida, a fin de que, revestidos del vestido de bodas, pudiéramos entrar a la cena de bodas del Cordero." Manuscript 12, 1904.

"La razón por la que el esposo se demora es a causa de su gran paciencia hacia nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. ¡Oh, la preciosa paciencia de nuestro misericordioso Salvador!" Sons and Daughters of God, pág. 118.

 Continuará. . .

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