Sunday, November 17, 2013

Las Tribus de Israel — Parte 13


Judá (Alabanza)

¿Cómo prevaleció Judá sobre sus hermanos y de esa manera heredó la primogenitura espiritual? Ese es un tema que merece un cuidadoso estudio por parte de todo el que desea obtener una parte en la gran primogenitura espiritual por medio de la cual nosotros hoy día podemos convertirnos en herederos de la herencia eterna. No tenemos ningún registro de que Judá jamás prevaleció sobre sus hermanos mediante la fuerza de las armas. Pero un cuidadoso estudio de las vidas de los doce hijos de Jacob, revela el hecho de que Judá era un líder. Cuando él se ofreció como garante por la seguridad de Benjamín, Jacob consintió en dejarlo que fuera a Egipto, aunque la oferta de Rubén había sido denegada." S.N. Haskell, The Cross And Its Shadow, pág.306.

"Y venidos á Jacob su padre en tierra de Canaán, contáronle todo lo que les había acaecido, diciendo: Aquel varón, señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como á espías de la tierra: Y nosotros le dijimos: Somos hombres de verdad, nunca fuimos espías: Somos doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán. Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois hombres de verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad, Y traedme á vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres de verdad: así os daré á vuestro hermano, y negociaréis en la tierra. Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el atado de su dinero: y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron temor.
Entonces su padre Jacob les dijo: Habéisme privado de mis hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y á Benjamín le llevaréis: contra mí son todas estas cosas. Y Rubén habló á su padre, diciendo: Harás morir á mis dos hijos, si no te lo volviere; entrégalo en mi mano, que yo lo volveré á ti. Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros; que su hermano es muerto, y él solo ha quedado: y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor á la sepultura." Génesis 42:29-38.

Y EL hambre era grande en la tierra. Y aconteció que como acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, díjoles su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento.  Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto, diciendo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros. Si enviares á nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento: Pero si no le enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros. Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que teníais más hermano? Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra parentela, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿tenéis otro hermano? y declarámosle conforme á estas palabras. ¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Haced venir á vuestro hermano? Entonces Judá dijo á Israel su padre: Envía al mozo conmigo, y nos levantaremos é iremos, á fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños. Yo lo fío; á mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo pusiere delante de ti, seré para ti el culpante todos los días: Que si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces. Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad á aquel varón un presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. Y tomad en vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fué yerro. Tomad también á vuestro hermano, y levantaos, y volved á aquel varón. Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y á este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo." Génesis 43:1-14.

"Cuando Jacob y su familia llegaron a Egipto, él envió 'a Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver en Gosén' [Génesis 46:28.]
"Cuando el gobernador de Egipto demandó a Benjamín como rehén, fue Judá quien suplicó a favor de su causa tan fervientemente que José echó a un lado su disfraz y se dio a conocer a sus hermanos." S.N. Haskell, The Cross And Its Shadow, págs. 306-37.

"Vino Judá con sus hermanos a casa de José, que aún estaba allí, y se postraron delante de él en tierra. Y les dijo José: ¿Qué acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe adivinar? Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue hallada la copa. José respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue hallada la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro padre. Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo contra tu siervo, pues tú eres como Faraón. Mi señor preguntó a sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre o hermano? Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; y un hermano suyo murió, y él solo quedó de los hijos de su madre; y su padre lo ama. Y tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él. Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si lo dejara, su padre moriría. Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no desciende con vosotros, no veréis más mi rostro. Aconteció, pues, que cuando llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor. Y dijo nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de alimento. Y nosotros respondimos: No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el menor. Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que dos hijos me dio a luz mi mujer; y el uno salió de mi presencia, y pienso de cierto que fue despedazado, y hasta ahora no lo he visto. Y si tomáis también a éste de delante de mí, y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con dolor al Seol. Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él, sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor al Seol. Como tu siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces yo seré culpable ante mi padre para siempre, ruégote, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos. Porque ¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre." Génesis 44:14-34. Reina Valera, Revisión 1977.

[Nota de la redacción: Ya que Judá se había ofrecido a su padre como garante de Benjamín, se ofreció a quedarse en su lugar y enfrentar en su lugar una vida de esclavitud. En este sentido, Judá es un tipo de Cristo, quien se convirtió en el garante de sus hijos, a quienes ama, quienes son tan amados por él como su mano derecha; y se colocó a sí mismo en su lugar y posición legal, y se volvió pecado por ellos, a fin de que ellos pudieran ser libertados, como Judá tenía el deseo de que su hermano Benjamín lo fuera. La fidelidad filial que Judá le mostró a Benjamín en su hora de angustia, se vio recompensada en la adherencia leal que esa tribu le mostró a Judá en años posteriors en la historia de Israel, cuando las diez tribus desertaron al reino de Judá después de la muerte de Salomón. Cuán apropiadamente el apóstol señala, al hablar de Cristo como nuestro intercesor, que nuestro Señor surgió de la tribu de Judá, (Hebreos 7:14); porque, como su padre Judá, él no solamente intercedió (oró) por los transgresores (Isaías 53:12), sino que se convirtió en el Garante de ellos, como ocurrió con Judá, (Génesis 44:32-34,) testificando así de su tierna preocupación por su padre y por sus hermanos. De igual manera, nuestro Señor testificó acerca de su amor por su Padre y por nosotros hasta el punto de ofrecer su vida en sacrificio por nosotros,]

Continuará...

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