Judá (Alabanza)
¿Cómo prevaleció Judá sobre sus hermanos y de esa manera
heredó la primogenitura espiritual? Ese es un tema que merece un cuidadoso
estudio por parte de todo el que desea obtener una parte en la gran primogenitura
espiritual por medio de la cual nosotros hoy día podemos convertirnos en
herederos de la herencia eterna. No tenemos ningún registro de que Judá jamás
prevaleció sobre sus hermanos mediante la fuerza de las armas. Pero un
cuidadoso estudio de las vidas de los doce hijos de Jacob, revela el hecho de
que Judá era un líder. Cuando él se ofreció como garante por la seguridad de
Benjamín, Jacob consintió en dejarlo que fuera a Egipto, aunque la oferta de
Rubén había sido denegada." S.N. Haskell, The Cross And Its Shadow,
pág.306.
"Y venidos á Jacob su padre en tierra de Canaán,
contáronle todo lo que les había acaecido, diciendo: Aquel varón, señor de la
tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como á espías de la tierra: Y
nosotros le dijimos: Somos hombres de verdad, nunca fuimos espías: Somos doce
hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está hoy con
nuestro padre en la tierra de Canaán. Y aquel varón, señor de la tierra, nos
dijo: En esto conoceré que sois hombres de verdad; dejad conmigo uno de
vuestros hermanos, y tomad para el hambre de vuestras casas, y andad, Y traedme
á vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois espías, sino hombres
de verdad: así os daré á vuestro hermano, y negociaréis en la tierra. Y aconteció
que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de cada uno estaba el
atado de su dinero: y viendo ellos y su padre los atados de su dinero, tuvieron
temor.
Entonces su padre Jacob les dijo: Habéisme privado de mis
hijos; José no parece, ni Simeón tampoco, y á Benjamín le llevaréis: contra mí
son todas estas cosas. Y Rubén habló á su padre, diciendo: Harás morir á mis
dos hijos, si no te lo volviere; entrégalo en mi mano, que yo lo volveré á ti.
Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros; que su hermano es muerto, y él
solo ha quedado: y si le aconteciere algún desastre en el camino por donde
vais, haréis descender mis canas con dolor á la sepultura." Génesis
42:29-38.
Y EL hambre era grande en la tierra. Y aconteció que como
acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto, díjoles su padre: Volved, y
comprad para nosotros un poco de alimento.
Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo resuelto,
diciendo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros. Si enviares á
nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos alimento: Pero si
no le enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No veréis mi
rostro sin vuestro hermano con vosotros. Y dijo Israel: ¿Por qué me hicisteis
tanto mal, declarando al varón que teníais más hermano? Y ellos respondieron:
Aquel varón nos preguntó expresamente por nosotros, y por nuestra parentela,
diciendo: ¿Vive aún vuestro padre? ¿tenéis otro hermano? y declarámosle
conforme á estas palabras. ¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Haced
venir á vuestro hermano? Entonces Judá dijo á Israel su padre: Envía al mozo
conmigo, y nos levantaremos é iremos, á fin que vivamos y no muramos nosotros,
y tú, y nuestros niños. Yo lo fío; á mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo
volviere y lo pusiere delante de ti, seré para ti el culpante todos los días:
Que si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos veces.
Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad de lo
mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad á aquel varón un presente, un
poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces y almendras. Y tomad
en vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el dinero vuelto en
las bocas de vuestros costales; quizá fué yerro. Tomad también á vuestro
hermano, y levantaos, y volved á aquel varón. Y el Dios Omnipotente os dé
misericordias delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y á
este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo." Génesis 43:1-14.
"Cuando Jacob y su familia llegaron a Egipto, él envió
'a Judá delante de sí a José, para que le viniese a ver en Gosén' [Génesis
46:28.]
"Cuando el gobernador de Egipto demandó a Benjamín como
rehén, fue Judá quien suplicó a favor de su causa tan fervientemente que José
echó a un lado su disfraz y se dio a conocer a sus hermanos." S.N.
Haskell, The Cross And Its Shadow, págs. 306-37.
"Vino Judá con sus hermanos a casa de José, que aún
estaba allí, y se postraron delante de él en tierra. Y les dijo José: ¿Qué
acción es esta que habéis hecho? ¿No sabéis que un hombre como yo sabe
adivinar? Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos a mi señor? ¿Qué hablaremos, o con
qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos; he aquí,
nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquel en cuyo poder fue
hallada la copa. José respondió: Nunca yo tal haga. El varón en cuyo poder fue
hallada la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz a vuestro padre.
Entonces Judá se acercó a él, y dijo: Ay, señor mío, te ruego que permitas que
hable tu siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo
contra tu siervo, pues tú eres como Faraón. Mi señor preguntó a sus siervos,
diciendo: ¿Tenéis padre o hermano? Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos
un padre anciano, y un hermano joven, pequeño aún, que le nació en su vejez; y
un hermano suyo murió, y él solo quedó de los hijos de su madre; y su padre lo
ama. Y tú dijiste a tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él. Y
nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si lo
dejara, su padre moriría. Y dijiste a tus siervos: Si vuestro hermano menor no
desciende con vosotros, no veréis más mi rostro. Aconteció, pues, que cuando
llegamos a mi padre tu siervo, le contamos las palabras de mi señor. Y dijo
nuestro padre: Volved a comprarnos un poco de alimento. Y nosotros respondimos:
No podemos ir; si nuestro hermano va con nosotros, iremos; porque no podremos
ver el rostro del varón, si no está con nosotros nuestro hermano el menor.
Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que dos hijos me dio a
luz mi mujer; y el uno salió de mi presencia, y pienso de cierto que fue
despedazado, y hasta ahora no lo he visto. Y si tomáis también a éste de
delante de mí, y le acontece algún desastre, haréis descender mis canas con
dolor al Seol. Ahora, pues, cuando vuelva yo a tu siervo mi padre, si el joven
no va conmigo, como su vida está ligada a la vida de él, sucederá que cuando no
vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo
nuestro padre con dolor al Seol. Como tu siervo salió por fiador del joven con
mi padre, diciendo: Si no te lo vuelvo a traer, entonces yo seré culpable ante
mi padre para siempre, ruégote, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar
del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos. Porque
¿cómo volveré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que
sobrevendrá a mi padre." Génesis 44:14-34. Reina Valera, Revisión 1977.
[Nota de la redacción: Ya que Judá se había ofrecido a
su padre como garante de Benjamín, se ofreció a quedarse en su lugar y
enfrentar en su lugar una vida de esclavitud. En este sentido, Judá es un tipo
de Cristo, quien se convirtió en el garante de sus hijos, a quienes ama,
quienes son tan amados por él como su mano derecha; y se colocó a sí mismo en
su lugar y posición legal, y se volvió pecado por ellos, a fin de que ellos
pudieran ser libertados, como Judá tenía el deseo de que su hermano Benjamín lo
fuera. La fidelidad filial que Judá le mostró a Benjamín en su hora de
angustia, se vio recompensada en la adherencia leal que esa tribu le mostró a
Judá en años posteriors en la historia de Israel, cuando las diez tribus
desertaron al reino de Judá después de la muerte de Salomón. Cuán
apropiadamente el apóstol señala, al hablar de Cristo como nuestro intercesor,
que nuestro Señor surgió de la tribu de Judá, (Hebreos 7:14); porque, como su
padre Judá, él no solamente intercedió (oró) por los transgresores (Isaías 53:12),
sino que se convirtió en el Garante de ellos, como ocurrió con Judá, (Génesis
44:32-34,) testificando así de su tierna preocupación por su padre y por sus
hermanos. De igual manera, nuestro Señor testificó acerca de su amor por su
Padre y por nosotros hasta el punto de ofrecer su vida en sacrificio por
nosotros,]
Continuará...
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