Thursday, May 28, 2015

Los Ciento Cuarenta y Cuatro Mil — Parte 14



"Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel." Apocalipsis 7:4.

"Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero." Apocalipsis 14:4.

Se Requiere un Sacrificio Total

"Se me recordó luego la gloria del cielo, el tesoro allegado allí para los fieles. Todo era hermoso y lleno de gloria. Los ángeles cantaban un hermoso himno, luego dejaban de cantar y se quitaban las coronas deslumbrantes, las echaban a los pies del glorioso Jesús, y con voces melodiosas clamaban: '¡Gloria! ¡Aleluya!' Me uní con ellos en sus cantos de alabanza y honor al Cordero, y cada vez que abría la boca para loarle, medominaba un inefable sentido de la gloria que me rodeaba. Eera mucho más: un indecible peso de gloria. Dijo el ángel: 'El pequeño residuo que ama a Dios, guarda uss mandamientos y cuyos miembros sean fieles hasta el fin, disfrutará de esta gloria y estará siempre en la presencia de Jesús para cantar con los santos ángeles.'

"Luego mis ojos fueron desviados de la gloria, y se me mostró al residuo en la tierra. El ángel les dijo: '¿Queréir a la gloria y disfrutar de todo lo que Dios ha preparado para los que le aman y están dispuestos a sufrir por amor de él? En tal caso, debéis morir para poder vivir. Preparaos, preparaos, preparaos. Debéis realizar mayores preparativos que los que habéis realizado, porque el día del Señor viene, día de ira cruel y ardiente, que asolará la tierra y destruirá los pecadores de ella. Sacrificadlo todo para Dios. Ponedly todo sobre su altar: el yo, vuestras propiedades, todo, como sacrificio vivo. El entrar en la gloria lo exigirá todo. Haceos tesoros en los cielos, donde no puede acercarse ladrón alguno ni haber orín que corrompa. Debemos participar de los sufrimientos de Cristo aquí si queremos participar con él de su gloria más tarde.' " Elena G. de White, Primeros Escritos, pág. 66.

La Labor del Ángel Sellador

"Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar,
diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel." Apocalipsis 7:1-4.

"Y he aquí que seis varones venían del camino de la puerta de arriba que mira hacia el norte, y cada uno traía en su mano su instrumento para destruir. Y entre ellos había un varón vestido de lino, el cual traía a su cintura un tintero de escribano; y entrados, se pararon junto al altar de bronce. Y la gloria del Dios de Israel se elevó de encima del querubín, sobre el cual había estado, al umbral de la casa; y llamó Jehová al varón vestido de lino, que tenía a su cintura el tintero de escribano,
y le dijo Jehová: Pasa por en medio de la ciudad, por en medio de Jerusalén, y ponles una señal en la frente a los hombres que gimen y que claman a causa de todas las abominaciones que se hacen en medio de ella." Ezequiel 9:2-4.

"El ángel ha de colocar una marca sobre la frente de todos los que se han separado del pecado y de los pecadores, y los ángeles destructores le seguirán". Elena G. de White, Testimonies, tomo 5, pág. 505.

Continuará...

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