Los Ciento Cuarenta y Cuatro Mil — Parte 11

"Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel." Apocalipsis 7:4.

"En el día del juicio verndrá a los perdidos la completa comprensión del significado del sacrificio que fue hecho en el Calvario. Ven lo que perdieron por negarse a ser leales. Piensan acerca de la elevada, pura asociación que fue su privilegio obtener. Pero es demasiado tarde. Se ha hecho el último llamado." Elena G. de White, Testimonies, tomo 7, pág. 26.

"Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan." Mateo 11:12.

"Dios pide que ya no juegue con el tentador sino que se limpie de toda inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en su temor. Necesita trabajar rápidamente para remover los defectos de su carácter. Está en el taller de Dios. Si se somete al proceso de corte, cuadratura y alisado, a fin de que los bordes ásperos sean removidos, los nudos y la superficie irregular sea suavizada y preparada para el cuchillo alizador de Dios, será preparado por su gracia para el edificio celestial. Pero si se aferra al yo, y no está dispuesto a soportar el arduo proceso de preparación para el edificio celestial, no tendrá ningún lugar en esa estructura que será formada sin el sonido de hacha o de martillo. . . . La batalla es suya.Nadie la puede pelear por usted. Otros pueden orar por usted, pero la obra debe ser enteramente suya." Elena G. de White, Testimonies, tomo 4, pág. 258.

"El cielo nos habrá costado bastante poco, aun cuando lo obtengamos por medio del sufrimiento. Debemos negarnos a nosotros mismos todo el camino, morir diariamente, dejar que sólo se vea Jesús, recordar de continuo su gloria. Vi que los que han aceptado la verdad  últimamente tendrán  que saber lo que es sufrir por amor de Cristo, que tendrían que soportar pruebas duras y amargas, a fin de que ser purificados y preparados mediante el sufrimiento para recibir el sello del Dios vivo, pasar por el tiempo de angustia, ver al Rey en su gloria y morar en la presencia de Dios y de los ángeles santos y puros.

"Al ver lo que debemos ser para heredar la gloria, y ver luego cuánto sufrió Jesús para obtener en nuestro favor una heredad tan preciosa, rogué que fuéramos bautizados en los sufrimientos de Cristo, para no atemorizarnos frente a las pruebas, sino soportarlas con paciencia y gozo, sabiendo que Cristo sufrió a fin de que por su pobreza y sus sufrimientos nosotros pudiésemos ser enriquecidos." Elena G. de White, Primeros Escritos, págs. 66-67.


Continuará...