Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia,
y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz.
Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno.
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos." Efesios 6:10-18.
El Apresto del Evangelio de Paz
Propósito Militar Práctico
Algunos historiadores le dan crédito al calzado de los soldados romanos como una de las mayores razones por las que el ejército romano era tan victorioso sobre sus enemigos. Como hemos observado anteriormente, el soldado romano estaba equipado
con un tipo de calzado especialmente diseñado para el combate. Éste tenía agudos clavos en las suelas que le proporcionaban una postura y equilibrio suficientemente estables como para disfrutar de superioridad en la batalla, aunque ésta tomara lugar en las colinas y en terreno irregular fuerte.
Si el soldado perdía su espada, todavía se podía defenser a sí mismopor medio de patadas y golpes lanzados en contra de su enemigo.
Pero, tomemos un momento para pensar detenidamente en esto. ¿Cuál es el propósito del calzado?
Piense en un soldado con toda su armadura puesta, pero descalzo. Vulnerable a sufrir cortaduras que retardarían su avance y dificultarían su progreso. Expuesto a enfrentar problemas en la batalla. En todos los campos deguerra siempre ha habido asperezas y escombros, y en tiempos antiguos, los había con toda seguidad.
Aunque hubieran sido solamente de espinas enterradas, o cordaduras de guijarros, o arañazos hechos por ramas de arbustos. Ese soldado estaría sufriendo mucho dolor, lo cual lo distraería en el combate, y lo pondría en peligro de perder hasta la vida.
En medio del tumulto de la batalla, ese soldado no estaría pensando en poner todo su esfuerzo para ganar en contra de las fuerzas enemigas, sino que estaría preocupado por lo que pisan sus pies y por el dolor que le produce cualquier herida.
De igual manera, el soldado cristiano debe tener sus pies calzados con el apresto del Evangelio de paz. Y debe estar seguro de que lo que calza sus pies es en verdad, el verdadero Evangelio de Cristo. Solamente la verdad proteje. Solamente la verdad libera y ayuda a triunfar en el fragor de la batalla.
"Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio." Marcos 1:14-15.
"Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura." Marcos 16:15.
"¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!" Romanos 10:15.
"Den gracias al Señor, invoquen su nombre; den a conocer sus obras entre las naciones." Salmo 105:1.
“Porque me has librado de la muerte, y mis pies de la caída, Para que ande delante de Dios en la luz de la vida”. Salmo 56:13.
“Dichosos los que saben aclamarte, que andan en la luz de tu rostro, Señor.” Salmo 89:15.
“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida ." Juan 8:12.
"El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo." 1 Juan 2:6.
Continuará...