Retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona. Apocalipsis 3:11.
"Se pueden tomar decisiones en un momento que fijan nuestra condición para siempre. . . . Pero recuerde, que se tomará el trabajo de toda una vida el recuperar lo que un momento de ceder a la tentación y a la irreflexión tira a la basura. . . .
"Por medio de un acto momentáneo de la voluntad puede colocarse en el poder de Satanás, pero se requerirá más que un acto momentáneo de la voluntad el romper sus cadenas y tratar de alcanzar una vida más santa y elevada. El propósito puede estar formado, el trabajo comenzado, pero su realización requerirá esfuerzo, tiempo y perseverancia, paciencia y sacrificio. El hombre que se aparta deliberadamente de Dios en el pleno resplandor de la luz va a encontrar, cuando quiere volver su rostro para regresar, que zarzas y espinas han crecido en su camino, y no debe sorprenderse o desanimarse si se ve obligado a viajar por largo tiempo con los pies desgarrados y sangrantes. La evidencia más terrible y temible de la caída del hombre de un mejor estado es el hecho de que cuesta mucho volver. El camino de retorno sólo se puede obtener mediante la lucha dura, pulgada a pulgada, cada hora. . . .
"Los que ganen el cielo van a poner sus más nobles esfuerzos su voluntad a trabajar con toda paciencia, para que puedan cosechar el fruto de su trabajo. Hay una mano que va a abrir las puertas del paraíso a los que han pasado la prueba de la tentación y han mantenido una buena conciencia renunciando al mundo, a sus honores y sus aplausos, por amor a Cristo, de esa manera confesándolo delante de los hombres y esperando con toda paciencia que Él los confiese a ellos ante su Padre y los santos ángeles.
"Mantenga su conciencia tierna, a fin de que pueda oír el más leve susurro de la voz que ha hablado como nunca ha hablado hombre alguno." Elena G. de White, My Life Today pág. 323
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