La Necesidad de la Oración
"No
entendemos como debiéramos el gran conflicto que se libra entre las agencias
invisibles, la controversia entre los ángeles leales y desleales. Sobre todo
hombre ángeles buenos y malos luchan. Este no es un conflicto fingido. Las
batallas en las que estamos envueltos no son imitadas. Tenemos que enfrentar
adversarios muy poderosos, y depende de nosotros determinar quién ganará. Hemos
de encontrar nuestra fuerza, donde los primeros discípulos encontraron la suya.
'Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego'. 'Y de repente vino del
cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la
casa donde estaban sentados.' 'Y fueron todos llenos del Espíritu Santo.'
Hechos 1:14; 2: 2, 4.
"No hay
excusa para la defección o el desaliento, porque todas las promesas de la
gracia celestial son para aquellos que tienen hambre y sed de justicia. La
intensidad del deseo representado por el hambre y la sed es una promesa de que
se le dará el suministro codiciado.
Tan pronto como
nos damos cuenta de nuestra incapacidad para hacer la obra de Dios, y nos
sometemos a ser guiados por su sabiduría, el Señor puede trabajar con nosotros.
Si vaciamos el alma del yo, Él suplirá todas nuestras necesidades.
Coloque su mente
y su voluntad donde el Espíritu Santo pueda alcanzarlos; porque él no va a
funcionar a través de la mente y la conciencia de otro hombre para llegar a la
suya. Con ferviente oración para recibir sabiduría, haga de la Palabra de Dios
a su tema de estudio. Tome el consejo de la razón santificada, entréguese por
completo a Dios.
Mire a Jesús en
sencillez y fe. Contemple a Jesús hasta que el espíritu se desmaye bajo el
exceso de luz. Nosotros no oramos ni la mitad de lo que debiéramos. No creemos ni
la mitad de lo que deiéramos. 'Pedid, y se os dará'. Lucas 11: 9. Oren, crean,
fortalezcánse mutuamente. Ore como nunca ha orado antes para que el Señor ponga
su mano sobre Ud., a fin de que puede ser capaz de comprender la longitud y la
anchura y la profundidad y la altura, y de conocer el amor de Cristo, que
excede a todo conocimiento, para que sea lleno de toda la plenitud de Dios."
Atlantic Union Gleaner, 23 de septiembre del 1903.
Continuará...