"¿Cómo podría perseguir uno a mil,
Y dos hacer huir a diez mil,
Si su Roca no los hubiese vendido,
Y Jehová no los hubiera entregado?" Deuteronomio 32:30.
"Ni los hombres impíos ni los malos ángeles pueden obstruir la obra de Dios ni impedir que su presencia esté con su pueblo, si ellos, con corazones humillados y contritos, confiesan sy se apartan de sus pecados, y reclaman sus promesas por a fe. Cada fuerza opositora puede ser resisitida exitosamente, 'no con ejército ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice Jehová de los ejércitos.' Si el Señor tuviese una compañía de obreros que dependiera de Él, realizaría una gran obra a través de ellos. Uno podría perseguir a mil, y dos harían huir a diez mil. Dios está tan dispuesto hoy día a trabajar a través de los esfuerzos humanos, y a lograr grandes cosas mediante débiles instrumentos.
No ganaremos la victoria con la ayuda de números, sino gracias a la completa entrega del alma a Jesús. Hemos de ir hacia adelante en Su fortaleza, confiando en el poderoso Dios de Israel." Review and Herald, 11 de enero del 1887.
Concluido
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