"Todo el cielo está ineresado en nuestra salvación. Los ángeles de Dios están caminando arriba y abajo por las calles de estas ciudades, notando las acciones de los hombres. Registran en el Libro de Memoria las palabras de fe, los actos de amor, la humildad de espíritu, y en ese día cuando el valor de cada hombre será probado para ver de qué clase es, la obra del humilde seguidor de Cristo pasará la prueba, y recibierá el elogio del Cielo. 'Entonces los justos resplandecerán como el sol en el reino de su Padre'.
"Jesús os invita, en palabras que tocan el corazón con su compasivo amor y piedad. Él dice: ' Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.' ¿Habéis experimentado ese bendito descanso, o despreciáis esta invitación de hacer de Jesús vuestro mejor amigo? ¿Derramáis vuestras pruebas y vuestros agravios en oídos humanos? ¿Vais buscando ayuda donde aquellos que no os pueden dar descanso mientras descuidáis el amanto llamado del poderoso Salvador? Tened fe en Dios. Creed en las preciosas promesas. Id a Jesús con la sencillez de un niño y decid: 'Señor, he llevado esas cargas por tanto tiempo como he podido, y ahora las deposito sobre Aquel que está dispuesto a llevarlas.' No volváis a recogerlas, sino dejadlas con jesús. Idos en libertad, porque Cristo os ha liberado, Él dijo: "Os haré descansar'. Confiad en su palabra. En lugar de vuestro propio yugo mortificante, llevad el uygo de Cristo. Él dice: 'mi yugo es fácil y ligera mi carga'. Aprended de Él, porque dice 'soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas'. Fijad vuestros ojos en jesús. Él es la luz del mundo y declara: 'El que mesigue no andará en tinieblas, mas tendrá la lumbre de la vida'." Review and Herald 16 de septiembre del 1890.
Concluido.
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