Wednesday, July 11, 2018

Un Restaurador







El Hijo de Dios vino al mundo como un restaurador. Él era el Camino, la Verdad y la Vida. Cada palabra que pronunció fue espíritu y vida. Habló con autoridad, consciente de su poder para bendecir a la humanidad y liberar a los cautivos atados por Satanás; consciente también de que con su presencia podía traer al mundo plenitud de alegría. Anhelaba ayudar a cada miembro oprimido y sufriente de la familia humana, y demostrar que era su prerrogativa bendecir, no condenar.

No fue un robo para Cristo hacer las obras de Dios; porque este era el propósito que vino del cielo a cumplir, y para eso los tesoros de la eternidad estaban a su disposición. Al deshacerse de Sus dones, No debía tener ninguna restricción. Pasó por alto a los exaltados, los honrados y los ricos, y se mezcló con los pobres y oprimidos, trayendo a sus vidas un brillo, una esperanza y una aspiración que nunca antes habían conocido. Pronunció una bendición sobre todos los que habían de sufrir por su causa, declarando: "Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo." ...

Cristo claramente se apropió para Sí mismo el derecho a la autoridad y la lealtad. " Vosotros me llamáis Maestro, y Señor;" dijo, " y decís bien, porque lo soy." " Porque uno es vuestro Maestro, el Cristo". De esa manera mantuvo la dignidad que pertenecía a Su nombre, y la autoridad y el poder que poseía en el cielo.

Hubo ocasiones cuando habló con la dignidad de su propia y verdadera grandeza. "El que tiene oídos para oír", dijo, "oiga". En esas palabras, Solamente estaba repitiendo el mandato de Dios, cuando desde su excelente gloria el Infinito había declarado: " Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd".

Parado en medio de los ceñudos fariseos, quienes buscaban hacer sentir su propia importancia, Cristo no dudó en compararse a sí mismo con los hombres más distinguidos que habían caminado sobre la tierra, y en reclamar la preeminencia por encima de todos ellos.

Jonás fue uno de esos hombres, considerado en alta estima por la nación judía. . . . Cuando Cristo recordó a las mentes de sus oyentes, el mensaje de Jonás y como sirvió como instrumento para salvar a esa gente, Él dijo: " Los hombres de Nínive se levantarán en el juicio con esta generación, y la condenarán; porque ellos se arrepintieron a la predicación de Jonás, y he aquí más que Jonás en este lugar."
        
Cristo sabía que los israelitas consideraban a Salomón como el rey más grande que alguna vez empuñó un cetro sobre un reino terrenal ... . Sin embargo, Cristo declaró: . .
 "he aquí más que Salomón en este lugar". Youth`s Instructor, 23 de septiembre del 1897.

Concluido.


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