Thursday, September 27, 2018

La Herencia Más Grande



Todos los que entran en un pacto con Jesucristo se convierten por adopción en hijos de Dios. Son purificados por el poder regenerador de la Palabra, y los ángeles son comisionados para ministrarles. Son bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Se comprometen a convertirse en miembros activos de su iglesia en la tierra. Deben estar muertos a todas las tentaciones de los deseos mundanos; pero en cuanto a la conversación y ala piedad, han de, a través de la santificación del Espíritu, ejercer una influencia viviente para Dios.
     "Herederos de Dios y coherederos con Cristo ", ¡qué posición tan elevada y digna! ¡Separados y distintos del mundo, a salvo de las astutas trampas de Satanás! A causa de sus votos bautismales, los profesos seguidores de Dios se han comprometido a oponerse al mal. El enemigo de las almas trabajará con todas su astucia para corromper sus mentes. Buscará introducir sus métodos en su servicio para el Maestro. Pero hay seguridad para ellos si obedecen el mandato: "... Fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.."
     Al hombre se le honra haciéndolo socio en la empresa de Dios, al ser aceptado como obrero en los grandes centros que Él ha establecido ...  Mediante un nombramiento, nuestro Señor y Redentor es heredero de Dios, y aquellos que son colaboradores con Él en la obra de salvar almas, son coherederos con él. . . . Ser un vencedor es colocarse en las filas de aquellos que tienen el más excelente y eterno peso de gloria.
     ¿A qué honor más grande podríamos aspirar que a ser llamados hijos de Dios? ¿Qué rango más grande podríamos tener, qué mayor herencia podríamos encontrar, que la que viene a los que son herederos de Dios y coherederos con Cristo? Sons and Daughters of God, pág. 15

Concluido.

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