Sunday, August 26, 2012
La Familia del Cielo y de la Tierra: El Ministerio de los Ángeles Parte 7
Por Elena G. de White
"La iglesia de Dios en la tierra está unida con la del cielo. Los creyentes en la tierra y los seres celestiales que nunca han caído constituyen una iglesia. Todos los seres celestiales se interesan en las asambleas de los santos en la tierra para adorar a Dios. Desde los atrios interiores del cielo escuchan el testimonio de los testigos de Cristo en el atrio exterior de la tierra, y las alabanzas y loores de los adoradores terrenos se repiten y contestan en celestiales antífonas, y por los atrios celestiales repercuten la alabanza y el regocijo que produce el saber que Cristo no murió en vano por los caídos hijos de Adán.
"Mientras que los ángeles beben de la fuente principal, los santos de la tierra toman de las corrientes puras procedentes del trono, corrientes que alegran la ciudad de Dios. ¡Ojalá que pudiéramos reconocer cuán cerca está el cielo de la tierra! Aun cuando los hijos nacidos en la tierra no lo saben, tienen como compañeros a los ángeles de luz. Un testigo silencioso guarda a toda alma viviente, tratando de guiarla a Cristo. Mientras hay esperanza, mientras los hombres no resistan al Espíritu Santo, para su eterna perdición, son guardados por los seres celestiales.
"Cristo es la fuente de nuestra fortaleza. Él es la vid, nosotros los pámpanos. Debemos recibir nutrición de la Cepa viva. Privados de la fuerza y nutrición de aquella Cepa, somos como mienbros del cuerpo sin cabeza, y estamos en la misma posición en la cual Satanás quiere que estemos, para poder dominarnos como le agrade." Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 100.
"Tengamos presente en que cada asamblea de los santos, hay ángeles de Dios, que escuchan los testimonios, las canciones y las oraciones. Acordémonos de que nuestras alabanzas son repetidas por los coros de la hueste celestial en el cielo." Testimonies, tomo 6, pág. 366.
“Los que trabajan por el bien de otros están trabajando en union con los ángeles celestials. Tienen su constante compañía, su ministerio insesante.” The Colporteur Evangelist, págs. 97–98.
“Los ángeles del cielo se comunican con la familia humana, y ninguno de nosotros, mediante nada que podamos hacer, podemos sostenernos ni protegernos a nosotros mismos. Estamos donde estamos, mantenidos a cada momento por el poder de Dios. He pensado que no hacemos el ministerio de los ángeles tan importante como debiera serlo…¿Qué haríamos sin ellos? Quiero que consideréis la clase de posición en la cual hubiéramos sido dejados sin no tuviésemos el ministerio de los ángeles.” Christ Triumphant, pá. 333.
"Si el propósito de Dios de dar al mundo el mensaje de misericordia hubiese sido llevado a cabo por su pueblo, Cristo habría venido ya a la tierra, y los santos habrían recibido la bienvenida en la ciudad de Dios." El Evangelismo, pág. 503.
Continurá. . .
Sunday, August 19, 2012
La Familia del Cielo y de la Tierra: El Ministerio de los Ángeles Parte 6
Por Elena G. de White
"Vi a los malos ángeles contender por las almas, y a los ángeles de Dios resistirles. El conflicto era intenso. Los malos ángeles estaban corrompiendo la atmósfera con su influencia venenosa, y se cernían en tropel alrededor de aquellas almas para entumecer su sensibilidad. Los ángeles santos estaban mirando con ansiedad, y esperando para rechazar la shuestes de Satanás. . Pero no es obra de los ángeles buenos dominar las mentes de los hombres contra su voluntad. Si ellos se entregan al enemigo y no hacen esfuerzo para resisitirle, entonces los ángeles de Dios no pueden hacer mucho más que mantener en jaque a la hueste de Satanás, para que no destruya a los que están en peligro, hasta que se les haya dado mayor luz con el fin de despertarlos y hacerlos mirar al Cielo en procura de ayuda. Jesús no comisiona a los ángeles santos para que libren a los que no se esfuerzan por ayudarse a sí mismos.
"Si Satanás ve que corre peligro de perder a un alma, hace cuanto puede para conservarla. Y cuando la persona llega a darse cuenta del peligro que corre, y con angustia fervor busca fortaleza en Jesús, Satanás teme perder un cautivo, y llama un refuerzo de sus ángeles para rodear a la pobre alma y formar una muralla de tinieblas en derredor de ella con el propósito de que la luz del cielo no la alcance. Pero si el que está en peligro persevera, y en su impotencia se aferra a los méritos de la sangre de Cristo, nuestro Salvador escucha la ferviente oración de fe, y envía refuerzos de ángeles poderosos en fortaleza para que lo libren.
"Satanás no puede soportar que se recurra a su poderoso rival, porque teme y tiembla ante su fortalezas y majestad. Al sonido de la oración ferviente, toda la hueste de Satanás tiembla. Él continúa llamando legiones de malos ángeles, para lograr su objeto. Cuando los ángeles todopoderosos, revestidos de la armadura del cielo, acudan en auxilio del alma preseguida y desfalleciente, Satanás y su hueste retroceden, sabiendo perfectamente que han perdido la batalla. Los voluntarios súbditos de Satanás son fieles, activos y unidos en un propósito, y aunque se aborrecen y se hacen guerra mutuamente, aprovechan toda oportunidad para fomentar su interés común. Pero el gran General del cielo y de la tierra ha limitado el poder de
Satanás." Joyas de los Testimonios, tomo 1, págs. 121–122.
"No comprendemos suficientemente el gran conflicto que pone frente a frente los ejércitos invisibles de los ángeles buenos y de los ángeles desleales. Los ángeles buenos y los malos luchan alrededor de cada hombre. No es un conflicto imaginario; no son batallas simuladas aquellas en que estamos empeñados. Tenemos que hacer frente a los adversarios más poderosos y nos incumbe decidir quiénes vencerán. Debemos hallar nuestra fuerza precisamente donde hallaron la suya los primeros discípulos. . . .'Y fueron llenos del Espíritu Santo' . . . .
"Colocad vuestra mente y vuestra voluntad dondel el Espíritu Santo pueda alcanzarlas, pues él no usará la mente ni la conciencia de otro hombre para revelarse a vosotros. Estudiad la Palabra de Dios pidiendo fervientemente la sabiduría de Dios. Consultad la razón santificada y enteramente sometida a Dios." Ibid., tomo 3, págs. 193–194.
"Todos los que se ocupan en tareas misioneras son la mano ayudadora de Dios. . . .Ellos son colaboradores con los ángeles, o mejor dicho, son instrumentos humanos por medio de los cuales cumplen su misión los ángeles. Los ángeles hablan por medio de su voz y obran por medio de sus manos. Y los obreros humanos, cooperando con los seres celestiales, tienen el beneficio de su educación
y experiencia." El Ministerio de la Bondad, pág. 114.
Continuará. . .
Sunday, August 12, 2012
La Familia del Cielo y de la Tierra: El Ministerio de los Ángeles Parte 5
Por Elena G. de White
"Las inteligencias divinas han estado aguardando para cooperar con los agentes humanos, pero no hemos discernido su presencia." Testimonies, tomo 6, pág. 297.
"Un celo intenso debe posesionarse ahora de nosotros. Nuestras energías adormecidas deben despertarse y consagrarse a un esfuerzo incansable. Obreros consagrados deben ir al campo, para preparar el camino del Rey y ganar victorias en nuevas localidades....Los ángeles del cielo se asombran al ver que los que por tantos años han tenido la luz, todavía no han llevado la antorcha de la verdad a los lugares obscuros de la tierra." Joyas de los Testimonios, tomo 3, pág. 307.
"Los ángeles están siempre empeñados en trabajar para la felicidad de otros. Ese es su gozo. Lo que los corazones egoístas considerarían como un servicio humillante, o sea, el servir a los miserables y a las personas de carácter y posición en todo sentido inferiores, es la obra de los ángeles puros y sin pecado de los reales atriso del cielo. El espíritu abnegado del amor de Cristo es el espíritu que predomina en lo alto, y es la misma esencia de su felicidad.
" Los que no sienten placer especial en tratar de beneficiar a los demás, en trabajar, aun con sacrificio, para hacerles bien, no pueden tener el espíritu de Cristo o del cielo, porque no están unidos a la obra de los ángeles celestiales y no pueden participar de la felicidad que les imparte un gozo excelso. Cristo ha dicho: 'Habrá más gozo en el cielo de un pecador que se arrepeinte, que de noventa y nueve justos, que no necesitan arrepentimiento'. (Lucas 15:7.) ¿Si el gozo de los ángeles consiste en ver arrepentise a los pecadores, no consistirá el gozo de los pecadores salvados por la sangre de Cristo en ver a otros arrepentirse y volverse a Cristo por su intermedio? Al obrar en armonía con Cristo y los santos ángeles, experimentaremos un goso que no puede sentirse fuera de esta obra." Ibid., tomo 1, págs. 359–360.
"Nuestro Padre celestial ve el corazón de los hombres y conoce sy carácter mejor que ellos mismos. Ve que algunos tienen susceptibilidades y facultades que, debidamente encauzadas, podrían emplearse para su gloria, para ayudar en el adelantamiento de su obra. Él prueba a estas personas y en su sabia providencia las coloca en diferentes puestos y circunstancias, para que revelen lo que está en su corazón y los puntos débiles de su carácter, que ellas mismas desconocen. Les da oportunidad de corregir estas debilidades, de pulir las toscas aristas de su naturaleza y de prepararse para su servicio, a fin de que cuando él las llame a obrar estén listas y los ángeles del cielo puedan unir sus labores con el esfuerzo humano en la obra que debe ser hecha en la tierra." Ibid., tomo 1, pgs. 474–475.
"Trabajad con fe y confianza; porque nunca llegará el momento en que yo os abandone. . . .
"'Id a predicar el Evangelio a todas las naciones—nos dice el Salvador,— para que puedan llegar a ser hijos de Dios. Os acompaño en esta obra, enseñándoos, guiándoos, y fortaleciéndoos, dándoos éxito en vuestra obra impreganda de abnegación y sacrificio. Obraré en los corazones, convenciéndolos de pecado
y apartándolos de las tinieblas a la luz, de la desobediencia a la justicia. En mi luz verán luz. Arrostraréis los agentes satánicos; pero confiad en mí. Nunca os faltaré.'
"¿No pensáis que Cristo aprecia a los que viven totalmente para él? ¿No pensáis que él visita a los que, como el amado Juan, se hallan por su causa en condiciones penosas y difíciles? Él encuentra a sus fieles, mantiene comunión con ellos, los alienta y los fortalece. Y los ángeles de Dios, excelsos en fortaleza,
son enviados por Dios a ministrar a sus obreros humanos que predican la verdad a los que no la conocen." Ibid., tomo 3, pág. 208.
Continuará. . .
Sunday, August 5, 2012
La Familia del Cielo y de la Tierra: El Ministerio de los Ángeles Parte 4
Por Elena G. de White
"No todo el mundo ha tomado posiciones con el enemigo y contra Dios. No todos se han vuelto desleales. Queda un remanente que permanece fiel a Dios; porque Juan escribe: 'Aquí está la paciencia de los santos;
aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.' (Apoc. 14:12.) Muy pronto una furiosa batalla contra los que sirven a Dios será entablada por aquellos que no le sirven. Muy pronto todo
lo que es susceptible de ser removido lo será, de modo que sólo lo inquebrantable subsista. Satanás estudia la Biblia con cuidado. Sabe que le queda poco tiempo y procura en todo punto contrarrestar la obra que
el Señor está haciendo sobre la tierra. . . .Por medio de los ángeles, las comunicaciones entre el cielo y la tierra serán mantenidas constantes." Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs. 284–285.
"Una grande obra para la salvación de las almas queda aún por hacerse. Todo ángel de gloria se ocupa en ella, mientras cada demonio de las tinieblas se opone a su realización. Cristo nos ha demostrado el gran valor de las almas,
con haber venido al mundo trayendo todo el amor de la eternidad en su corazón, para ofrecer al hombre la herencia de todas sus riquezas. Él descubre ante nosotros el amor del Padre hacia la raza caída, y presenta a Dios como
el justo y justificador del que cree." Testimonies, tomo 5, pág. 204.
"Sean vuestras palabras selectas; esto cerrará una puerta contra el adversario de las almas. Empezad el día con oración; trabajad como a la vista de Dios. Sus ángeles están siempre a vuestro lado, anotando vuestras, vuestra conducta
y la manera en que hacéis vuestro trabajo." Consejos sobre la Salud,pág. 413.
"No hemos de consentir en que lo futuro con sus dificultosos problemas, sus perspectivas nada halagüeñas, nos debilite el corazón, haga flaquear nuestras rodillas y nos corte los brazos. 'Echen mano...de mi fortaleza—dice el Poderoso,—
y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!' (Isaías 27:5, V.M.) Los que dedican su vida a ser dirigidos por Dios y a servirle, no se verán jamás en una situación para la cual él no haya provisto el remedio. Cualquiera que sea
nuestra condición, si somos hacedores de su Palabra, tenemos tenemos un Guía que nos señale el camino; cualquiera que sea nuestra perplejidad, tenemos un buen Consejero; cualquiera que sea nuestra perplejidad, nuestro pesar, luto o soledad,
tenemos un Amigo que simpatiza con nosotros.
"Si en nuestra ignorancia damos pasos equivocados, el Salvador no nos abandona. No tenemos nunca por qué sentirnos solos. Los ángeles son nuestros compañeros. El Consolador que Cristo prometió en su nombre mora con nosotros. En el camino que
conduce a la ciudad de Dios, no hay dificultades que no puedan vencer quienes en él confían. No hay peligros de que no puedan verse libres. No hay tristeza, ni dolor ni flaqueza humana para al cual él no haya preparado remedio.
"Nadie tiene por qué entregarse al desaliento ni a la desesperación." El Ministerio de Curación, pág. 192.
Continuará. . .
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