Sunday, August 5, 2012

La Familia del Cielo y de la Tierra: El Ministerio de los Ángeles Parte 4



Por Elena G. de White

"No todo el mundo ha tomado posiciones con el enemigo y contra Dios. No todos se han vuelto desleales. Queda un remanente que permanece fiel a Dios; porque Juan escribe: 'Aquí está la paciencia de los santos;
aquí están los que guardan los mandamientos de Dios, y la fe de Jesús.' (Apoc. 14:12.) Muy pronto una furiosa batalla contra los que sirven a Dios será entablada por aquellos que no le sirven. Muy pronto todo
lo que es susceptible de ser removido lo será, de modo que sólo lo inquebrantable subsista. Satanás estudia la Biblia con cuidado. Sabe que le queda poco tiempo y procura en todo punto contrarrestar la obra que
el Señor está haciendo sobre la tierra. . . .Por medio de los ángeles, las comunicaciones entre el cielo y la tierra serán mantenidas constantes." Joyas de los Testimonios, tomo 3, págs. 284–285.

"Una grande obra para la salvación de las almas queda aún por hacerse. Todo ángel de gloria se ocupa en ella, mientras cada demonio de las tinieblas se opone a su realización. Cristo nos ha demostrado el gran valor de las almas,
con haber venido al mundo trayendo todo el amor de la eternidad en su corazón, para ofrecer al hombre la herencia de todas sus riquezas. Él descubre ante nosotros el amor del Padre hacia la raza caída, y presenta a Dios como
el justo y justificador del que cree." Testimonies, tomo 5, pág. 204.

"Sean vuestras palabras selectas; esto cerrará una puerta contra el adversario de las almas. Empezad el día con oración; trabajad como a la vista de Dios. Sus ángeles están siempre a vuestro lado, anotando vuestras, vuestra conducta
y la manera en que hacéis vuestro trabajo." Consejos sobre la Salud,pág. 413.

"No hemos de consentir en que lo futuro con sus dificultosos problemas, sus perspectivas nada halagüeñas, nos debilite el corazón, haga flaquear nuestras rodillas y nos corte los brazos. 'Echen mano...de mi fortaleza—dice el Poderoso,—
y hagan paz conmigo. ¡Sí, que hagan paz conmigo!' (Isaías 27:5, V.M.) Los que dedican su vida a ser dirigidos por Dios y a servirle, no se verán jamás en una situación para la cual él no haya provisto el remedio. Cualquiera que sea
nuestra condición, si somos hacedores de su Palabra, tenemos tenemos un Guía que nos señale el camino; cualquiera que sea nuestra perplejidad, tenemos un buen Consejero; cualquiera que sea nuestra perplejidad, nuestro pesar, luto o soledad,
tenemos un Amigo que simpatiza con nosotros.

"Si en nuestra ignorancia damos pasos equivocados, el Salvador no nos abandona. No tenemos nunca por qué sentirnos solos. Los ángeles son nuestros compañeros. El Consolador que Cristo prometió en su nombre mora con nosotros. En el camino que
conduce a la ciudad de Dios, no hay dificultades que no puedan vencer quienes en él confían. No hay peligros de que no puedan verse libres. No hay tristeza, ni dolor ni flaqueza humana para al cual él no haya preparado remedio.

"Nadie tiene por qué entregarse al desaliento ni a la desesperación." El Ministerio de Curación, pág. 192.


Continuará. . .

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