Sunday, February 17, 2013

Las Bodas del Cordero Parte 1


Bodas en el Lugar Santísimo

"Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: !!Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos." Apocalipsis 19:6-8. (Reina Valera, Versión 1960.)

"Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios." Apocalipsis 19:9. (Reina Valera, Versión 1960.)

"[Cuando se cerró la gracia para todos] todos los casos habían sido fallados para vida o para muerte. Mientras Jesús oficiaba en el santuario, había proseguido el juicio de los justos muertos y luego el de los justos vivientes. Cristo, habiendo hecho expiación por su pueblo y habiendo borrado sus pecados, había recibido su reino. Estaba completo el número de los súbditos del reino, y consumado el matrimonio del Cordero. El reino y el poderío fueron dados a Jesús y a los herederos de la salvación, y Jesús iba a reinar como Rey de reyes y Señor de señores." Primeros Escritos, pág. 280.

"Tanto la profecía de Daniel 8:14: 'Hasta dos mil y trescientas tardes y mañanas; entonces será purificado el Santuario,' como el menaje del primer ángel: '¡Temed a Dios y dadle gloria; porque ha llegado la hora de su juicio!' señalaban al ministerio de Cristo en el lugar santísimo, al juicio investigador, y no a la venida de Cristo para la redención de su pueblo y la destrucción de los impíos. El error no estaba en el cómputo de los períodos proféticos, sino en el acontecimiento que había de verificarse al fin de los 2.300 días." El Conflicto de los Siglos, págs. 476–477.

"Cristo había venido, no a la tierra, como ellos lo esperaban, sino, como estaba simbolizado en el símbolo, al lugar santísimo del templo de Dios en el cielo. El profeta Daniel le representa como viniendo en ese tiempo al Anciano de días: 'Estaba mirando en visiones de la noche, y he aquí que sobre las nubes del cielo venía Uno parecido al hijo del hombre; y vino' —no a la tierra, sino— 'al Anciano de días, y le trajeron delante de él.' (Daniel 7:13, V.M.)" Ibid. pág. 477.

"La venida de Cristo como nuestro Sumo Sacerdote al lugar santísimo para la purificación del santuario, de la que se habla en Daniel 8:24, la venida del Hijo del hombre al lugar donde está el Anciano de días, tal como está presentada en Daniel 7:13; y la venida del Señor  a su templo, predicha por Malaquías, son descripciones del mismo acontecimiento representado también por la venida del Esposo a las bodas, descrita por Cristo en la parábola de las diez vírgenes, según S. Mateo 25." Ibid., pág. 479.

"En la parábola, cuando vino el Esposo, 'las que estaban preparadas entraron con él a las bodas'. La venida del Esposo, presentada a quí, se verifica antes de la boda. La boda representa el acto de ser investido Cristo de la dignidad de Rey. La ciudad santa, la nueva jerusalén, que es la capital del reino y lo representa, se llama "la novia, la esposa del Cordero". Rl ángel dijo a San Juan: 'Ven acá; te mostraré la novia, la esposa del Crodero'. 'Me llevó en el Espíritu,' agrega el profeta, 'y me mostró la santa ciudad de Jerusalén, descendiendo del cielo, desde Dios'. (Apocalipsis 21:9, 10, V.M.) Ibid, págs. 479–480.


Continuará. . .


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