"Y por el Espíritu Sando, Mediante el apóstol Pablo, se nos amonesta a que 'cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.' [1 Pedro 4:10.]
"De esa manera que Dios desea cumplir para nosotros su propósito de gracia. Mediante e poder de su amor, por la obediencia, el hombre caído, un gusano del polvo, ha de ser transformado, preparado para ser un miembro de la familia celestial, un compañero, a través de las edades eternas, de ios, de Cristo, y de los santos ángeles. El Cielo triunfará, porque las vacantes dejadas por la caída de Satanás y sus ángeles serán llenadas por los redimidos del Señor." The Australasian Union Conference Record, 1 de junio del 1900.
"Puede que el ser humano no vea el lugar para el servicio de algunos dones. porque éstos no son no son su don, pero que cada uno piece acerca de sí mismo de la manera en que Dios lo ve. Que cada uno tenga en cuenta que sus capasidades solamente le han sido prestadas, y que por medio de ellas, Dios lo está probando para ver si usará estos talentos que le han sido confiados para honrar a Dios y para trabajar en favor de su hermano y de su prójimo.
"Dios es amor; 'Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, n se pierda, mas tenga vida eterna.' [Juan 3:16]...Este amor es la vida de Dios, obrando con poder transformador en el alma, perfeccionando el carácter cristiano, haciendo de los seres humanos partícipes de la naturaleza divina. A través de Cristo este raudal viviente de amor fluye hacia el mundo." The Upward Look, pág. 129.
"Es triste el hecho de que muchos que profesan ser ramas del la verdadera Vid, mustran mediante sus vidas que no tienen una conexión con ésta. Sus palabras y acciones, destituidas e la gracia y de la mansedumbre, se parecen a las ramas hirientes de la nociva y espinosa acacia, en lugar de ser semajantes a las hermosas ramas de la preciosa vid, cargada de ftuta. Amor a Dios y a nuestro prójimo es la suma y sustancia de la verdadera piedad." Signs of the Times, 10 de marzo del 1887.
Continuará...
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