El verdadero propósito del Evangelio es desarrollar en los
seres humanos un amor santificado por Dios y un amor altruista el uno por el
otro. Este amor no es un impulso espasmódico, no es simplemente el ejercicio de
la benevolencia o la filantropía; es el fruto de un corazón purificado de toda
contaminación.
El Evangelio fue dado a conocer por Dios para elevar a los
seres humanos del pecado a la justicia. El que recibe el Evangelio
constantemente se esfuerza por acercarce a lo divino, aferrándose
perseverantemente a la fortaleza del salvador. Su corazón es un lugar donde el
Espíritu Sando mora. Dia tras dia anuncia las virtudes de Aquel que lo ha
llamado de las tinieblas a su luz admirable.
¿No le ayuda esto a ver la verdadera importancia de ser un
médico misionero evangélico?
Todo el que lleva al nombre de médico misionero ha de
trabajer como Cristo trabajó. El amor de Cristo en su corazón ha de hacerlo un
ejemplo para otros. Ha de servir al Señor cn toda humildad, haciendo la obra
que se le ha confiado para que la realice, no para sus propios fines sino para
el propósito de Dios.
Loma Linda Messages, pág. 62.
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