El Señor apoyó a sus fieles hasta el final. Esto debería ser
un estímulo. Debería dar confianza a los justos en todas las épocas de que el
Señor es inmutable. Él manifestará para su pueblo en esta época su gracia y su
poder como lo hizo en épocas pasadas. Las declaraciones de la Palabra de Dios y
la precisión con que las cumplió en la historia se combinan para darnos
seguridad e instrucción de gran valor. . . .
Las almenas del cielo están llenas de una gran multitud de
ángeles que observan el conflicto de los seres humanos con el príncipe de las
tinieblas. . . Con intenso interés observan para ver si el hijo de Dios,
acosado, perplejo, perseguido, denunciado, difamado y condenado como lo fue el
Maestro, buscará fortaleza en el cielo. El cielo espera nuestra demanda de sus
recursos.... Manuscript 38, 1887.
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