Se Ha Prometido Ayuda

 

El Señor desea que sus hijos hagan bien su parte y estén en paz los unos con los otros por medio de Cristo, el Pacificador. Cuando Cristo habita en el corazón, las facultades de todo el ser trabajan en unidad y armonía. Toda la razón individual de la persona y los afectos, sabiendo actuar sus partes, trabajan juntos de forma unida. Como un rey en su trono, la razón gobierna la maquinaria de trabajo.

Puede ser que se necesite hacer mucho trabajo en la construcción de su carácter, que usted sea una piedra tosca que debe ser escuadrada y pulida antes de que sea adecuada para llenar un lugar en el templo de Dios. No debe sorprenderse si con martillo y cincel Dios elimina sus defectos de carácter, hasta que esté preparado para ocupar el lugar que Él tiene preparado para usted. Ningún ser humano puede realizar ese trabajo. Solo Dios puede hacerlo. Y tenga la seguridad de que no dará un solo golpe inútil. Cada uno de sus golpes se dan con amor, para su bienestar eterno y para su felicidad. Él conoce sus debilidades y trabaja para restaurar, no para destruir.

¿Por qué nos apartamos de la sabiduría divina hacia la sabiduría humana? Dios ve la deshonra que le hacemos. Él sabe que en la humanidad no encontraremos consuelo para nuestra aflicción, y se compadece de nosotros porque estamos tan necesitados, pero no estamos dispuestos a hacerlo nuestro confidente, nuestro portador de cargas. Ve a los seres humanos menospreciando el amor y la misericordia que se les proporciona, y dice con tristeza: "no queréis venir a mí para que tengáis vida" (Juan 5:40).

Nuestra desconfianza es un insulto para Aquel que tanto ha hecho por nosotros. Nunca descuidará a los que se acercan a él. Al alma pobre, desfallecida, cansada de mirar a la humanidad para ser traicionada y olvidada, Cristo le dice: "¿O forzará alguien mi fortaleza? Haga conmigo paz; sí, haga paz conmigo." Isaías 27:5.

Cristo desea decir de su pueblo como dijo del Israel de antaño: "Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor." Ezekiel 16:14. Manuscript 5, 15 de enero del 1901.