Wednesday, March 3, 2021

Atesoren la Fe, No la Duda


Quiero decir algunas palabras en referencia a la fe. Quiero decir, hermanos y hermanas, que no es natural que creamos, pero es muy natural que fomentemos la incredulidad. Este es el pecado prevaleciente, y ha sido el pecado que más ha afligido al pueblo de Dios. No ha sido natural para mí creer por mí misma, y he tenido lecciones muy severas sobre ese punto hasta que sé que no es seguro para mí albergar ni por un momento ninguna duda. Nunca dudé de la verdad; sino que abrigaba dudas con respecto a mí y mi trabajo....

Luego, cuando vemos cómo Cristo fue probado, cuando vino a la tierra; cuando vemos la dureza de los corazones; cuando vemos lo que el enemigo puede hacer con la naturaleza humana, poniendo la incredulidad en el corazón, debería pensar que sería un trrible terror para nuestras almas que nos atreviéramos a abrir el corazón a las miserias de la incredulidad y morar en esa atmósfera....

Bueno, nos preguntamos por qué Cristo oró con tanta agonía. No fue por su propio bien, sino por la dureza de los corazones, que a pesar de que Él era el camino, la verdad y la vida, la gente estaba tan endurecida que no podían verlo ni aceptarlo....De la misma manera como aquellos tomaron sus pasos en el camino de la incredulidad ese día, otros están dando los mismos pasos hoy día, y mi dolor es el mismo que el de Cristo. Se están colocando donde no hay poder de reserva que Dios tenga para alcanzarlos. Cada flecha de Su aljaba está agotada....

Sé de lo que estoy hablando, y como no espero tener muchas oportunidades para hablar con ustedes, les diré nuevamente: "Caigan sobre la Roca"....

He visto cómo trabaja el enemigo. No quiere dejar ir a la gente de aquí. Pero, oh, que ningún alma salga de aquí en tinieblas, porque será un cuerpo de tinieblas dondequiera que vaya. Él esparce las semillas de la oscuridad por todas partes. Lleva todas esas semillas y comienza a sembrarlas, y eso desestabiliza la confianza de la gente en las verdades mismas que Dios quiere que lleguen a su pueblo....

Les digo que no se juega con Dios. Dios es un Dios celoso, y cuando manifiesta Su poder como lo ha manifestado, es algo muy cercano al pecado contra el Espíritu Santo el ponerlo en duda.... La preciosa verdad de Dios triunfará; tiene el triunfo en ella, y no va a caer al suelo, pero alguien caerá, como en los días de Cristo. Tienen sus límites y líneas, y Dios tiene que trabajar en su línea. Dios decepciona mucho a la gente. Trabaja en contra de lo que esperan. Los judíos esperaban, por supuesto, que serían bendecidos con un Mesías. No había lugar para Cristo. Tuvo que hacer odres nuevos para poner Su vino nuevo del reino. Así lo hará aquí. La corona está en las manos de Cristo, pero muchos la perderán, ¿y por qué? Porque no han corrido la carrera.

Hermanos, queremos tener la sencillez de Cristo. Sé que Él tiene una bendición para nosotros. 1888 Messages, págs. 636-640.

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