Cuando se muestra una determinación profunda y ferviente de unirnos, la unidad misma de los obreros proclamará la verdad con poder, causando una profunda impresión en aquellos que no son de nuestra fe....
Los obreros de Dios se enfrentarán confusión, incomodidad y cansancio. A veces, inseguro y distraído, el corazón está casi desesperado. Cuando llega ese nerviosismo e inquietud, el obrero debe detenerse y descansar. Cristo lo invita, " Venid vosotros aparte a un lugar desierto, y descansad un poco" (Marcos 6:31).... "Los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán". Isaías 40:29-31.
Un obrero no puede tener éxito mientras se apresura en sus oraciones a Dios y se apresura a ocuparse de algo que teme que pueda ser descuidado u olvidado. Se toma el tiempo para darle solo unos pocos pensamientos apresurados a Dios, eso es todo. No se da tiempo para pensar, orar, para esperar en el Señor una renovación de la fortaleza espiritual y física. Pronto se vuelve hastiado. No siente la influencia edificante e inspiradora del Espíritu de Dios. No se aviva con la vida nueva. Su cuerpo hastiado y su cerebro cansado no se alivian con el contacto personal con Cristo. "Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová." (Salmo 27:14). "Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová." Lamentaciones 3:26. Hay quienes trabajan todo el día y hasta bien entrada la noche para hacer lo que les parece necesario. El Señor mira con lástima a estos cargadores cansados y cargados, y les dice: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar....; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga." (Mateo 11:28-30.)
Nuestra vida debe estar escondida con Cristo en Dios; y si está así escondido, en Sus manos se convertirá en una lámpara que derramará sobre el mundo una luz brillante y constante. . . . Pero aunque el tiempo es corto y hay una gran obra por hacer, al Señor no le agrada que prolonguemos tanto nuestras temporadas de actividad que no haya tiempo para períodos de descanso, para el estudio de la Biblia y para comunión con Dios. Todo eso es esencial para fortalecer el alma, para colocarnos en una posición en la que recibiremos sabiduría de Dios para emplear nuestros talentos en el servicio del Maestro en la cuenta más alta. Youth's Instructor, 3 de febrerp del 1898
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