Tuesday, August 29, 2023

Fundado Sobre la Justicia

 
En todos su trato con sus criaturas, Dios ha mantenido los principios de la justicia al revelar el pecado en su verdadero carácter, al demostrar que su resultado seguro es la miseria y la muerte. El perdón incondicional del pecado nunca ha existido ni jamás existirá. Tal perdón mostraría el abandono de los principios de la justicia, que son el fundamento mismo del gobierno divino. Llenaría de consternación al universo no caído. Dios ha señalado fielmente los resultados del pecado, y si estas advertencias no fueran ciertas, ¿cómo podríamos estar seguros de que sus promesas se cumplirían? Esa llamada benevolencia que dejaría de lado la justicia no es benevolencia, sino debilidad.

Dios es el dador de la vida. Desde el principio, todas Sus leyes fueron ordenadas para vida. Pero el pecado irrumpió en el orden que Dios había establecido y sobrevino la discordia. Mientras exista el pecado, el sufrimiento y la muerte son inevitables. Sólo porque el Redentor ha llevado la maldición del pecado en nuestro favor, el hombre puede tener la esperanza de escapar, en su propia persona, de sus funestos resultados.

Debemos aceptar a Cristo como nuestro Salvador personal, y Él nos imputa la justicia de Dios en Cristo.... "En esto consiste el amor, no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados" (1 Juan 4:10).

En el amor de Dios se ha abierto la veta más maravillosa de la preciosa verdad, y los tesoros de la gracia de Cristo quedan abiertos ante la iglesia y el mundo... ¿Qué amor es éste, qué amor maravilloso e insondable que conduciría a Cristo a morir por nosotros cuando aún éramos pecadores. ¡Qué pérdida es para el alma que comprende las fuertes exigencias de la ley y que, sin embargo, no comprende la gracia de Cristo, que abunda mucho más! . . . Mire la cruz del Calvario. Es una promesa permanente del amor ilimitado, de la misericordia incalculable del Padre celestial.
Hay un Dios en Israel, en quien hay liberación para todos los oprimidos. La justicia es la habitación de su trono.  God's Amazing Grace, pág. 73.

 

No comments:

Post a Comment