Por Elena G. de White
"La obra del las inteligencias celestiales es constante y ferviente; porque están determinados a atraer a los hombres a Jesús. Esta es la manera en la que los ministros debieran laborar. Su mensaje debiera ser: 'Y el que quiere, tome del agua de la vida de balde'. En el ministerio de los ángeles, ellos no trabajan como para rechazar a ningún alma, sino para recogerlas a todas; pero si el mensaje del Evangelio ha de ir a todos los hombres, los agentes humanos han de cooperar con los obreros angelicales. Las agencias divinas y humanas deben combinarse a fin de lograr la gran obra de salvar las almas de los perdidos." Review and Herald, 30 de agosto del 1892.
"El 10 de diciembre del 1871, se me mostró que Dios realizaría una gran obra mediante la verdad si hombres devotos y abnegados se entregaran sin reservas a la obra de presentarla a los que se encuentran en tinieblas. . . .Ángeles de Dios están moviendo los corazones y las conciencias de la gente en otras naciones". Ellen G. White in Europe 1885-1887, págs. 30–31.
"Ángeles de Dios están impresionando a las almas por todas partes, y deseamos estar trabajando y haciendo lo que podamos por el Maestro." Signs of the Times, 6 de marzo del 1879.
Continuará. . .
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