Bodas en el Lugar Santísimo "El tema del santuario fue la llave que aclaró el misterio del chasco del 1844. Trajo a la vista un sistema completo de verdad, conectado y armonioso, que mostraba que la mano de Dios había dirigido el gran movimiento del advenimiento y revelaba obligaciones presentes al traer a la luz la postura y la obra de su pueblo." The Faith I Live By, pág. 284. "Entregadle a Dios la ofrenda más preciosa que es posible para vosotros hacer; dadle vuestro corazón. Él os habla diciendo: 'Dame, hijo mío, tu corazón. Si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana; porque os limpiaré con mi propia sangre. Os haré miembros de mi familia—hijos del Rey celestial. Aceptad mi perdón. Mi paz que os doy libremente. Os vestiré con mi propia justicia—y os haré aptos para la cena de bodas del Cordero. "Cuando estéis vestidos de mi justicia, mediante la oración, mediante la vigilancia, mediante el estudio diligente de mi Palabra, podréis alcanzar una norma elevada. Comprenderéis la verdad, vuestro carácter será moldeado por una influencia divina." The Youth's Instructor, 30 de junio del 1892. En un Sentido, la Iglesia También es la Esposa de Cristo "Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella, Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar á sus mujeres como á sus mismos cuerpos. El que ama á su mujer, á sí mismo se ama. Porque ninguno aborreció jamás á su propia carne, antes la sustenta y regala, como también Cristo á la iglesia; Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejará el hombre á su padre y á su madre, y se allegará á su mujer, y serán dos en una carne. Este misterio grande es: mas yo digo esto con respecto á Cristo y á la iglesia." Efesios 5:25–33. "Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel; Dios de toda la tierra será llamado." Isaías 54:5. "Todo el capítulo cincuenta y cuatro de Isaías se aplica al pueblo de Dios, y todo detalle de la profecía se cumplirá." Review and Herald, 20 de agosto del 1895. "Convertíos, hijos rebeldes, dice Jehová, porque yo soy vuestro esposo; y os tomaré uno de cada ciudad, y dos de cada familia, y os introduciré en Sion." Jeremías 3:14. "Y te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia, juicio, benignidad y misericordia. Y te desposaré conmigo en fidelidad, y conocerás a Jehová." Oseas 2:19, 20. "He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Jacob y la casa de Judá: No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de tierra de Egipto; porque ellos invalidaron mi pacto, bien que fuí yo un marido para ellos, dice Jehová." Jeremías 31:31–32. "Dios es el esposo de su iglesia. La iglesia es la esposa, la mujer del Cordero. Todo verdadero creyente es parte del cuerpo de Cristo. Cristo considera la infidelidad hacia él de parte de su pueblo como la infidelidad de una esposa hacia su marido. Hemos de recordar que somos miembros del cuerpo de Cristo." Letter 39, 1902. "La iglesia es la esposa, mujer del Cordero. Debiera conservarse a sí misma pura, santificada y santa. Nunca debiera ser parte de ninguna insensatez, porque ella es la esposa de un Rey. Sin embargo, ella no se da cuenta de su exaltada posición. Si comprendiera esto, sería toda gloriosa por dentro." Letter 177, 1901. "La iglesia es la esposa de Cristo, y sus miembros han de unirse a Cristo, su Líder. Dios nos amonesta que no ensuciemos nuestras vestiduras." Letter 123 1/2, 1898. Continuará. . .
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