Las Bodas del Cordero Parte 4

Bodas en el Lugar Santísimo

“Vi al Padre levantarse de su trono y encaminarse, en un carro de fuego al lugar santsimo dentro del velo, y sentarse. . . .Vi un carro de nubes con ruedas como de fuego flameante. Había ángeles a todo el derredor del carro al acercarse a donde Jesús estaba; él entró en éste y fue llevado al lugar santísimo, donde estaba sentado el Padre. Entonces contemplé a Jesús como él ante el Padre, un gran Sumo Sacerdote." Letter 1, 1846.

"Fue entonces que tuve una visión en la que vi a Jesús, levantándose del trono de su intercesión y encaminándose hacia el lugar santísimo como el Esposo para recibir su reino." Letter 3, 1847.

"Los que fueron resucitados[cuando Cristo resucitó] fueron presentados al universo celestial como trofeos —como muestras de la resurrección de todos los que reciban y crean en jesucristo como su Salvador personal. Eran un símbolo de la resurreción final de los justos. Ese mismo poder que resucitó a Cristo de los muertos levantará a su iglesia —como su esposa— y la glorificará, con Cristo, por encima de todos los principados, por encima de todas las potestades, por encima de todo nombre que se nombra, no solamente en este mundo, pero en las cortes celestiales, por todo el mundo." Christ Triumphant, pág. 286.

"No deben ponerse el traje de ciudadanos, sino el vestido de boda. Se han casado con Cristo, y el manto de su justicia ha de vestirlos. La iglesia es la esposa de Cristo, y sus miembros han de unirse a su Lider. Dios nos amonesta a que no ensuciemos nuestras ropas." The Gospel Herald, 28 de mayo del 1902.

"Cristo honró las relaciones matrimoniales al hacerlas símbolo de su unión con los redimidos. Él es el Esposo, y la esposa es la iglesia, de la cual, como escogida por él, dice: 'Toda tú eres hermosa, amiga mía, y en ti no hay mancha.' (Cantares 4:7.)" El Hogar Adventista, pág. 275.

"Dios llama a su iglesia su cuerpo. La iglesia es la esposa, mujer del Cordero. Dios es el Padre de la familia, el Pastor del rebaño. Pero una mera conexión externa con una iglesia no salvará al hombre. Es la fe personal en un Salvador personal lo que trae al alma a una unión espiritual con Cristo. Cristo enseña esta verdad clarmente en el sexto capítulo de Juan." Ibid., pág. 277.

La Parábola de las Diez Vírgenes

"Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo." Mateo 25:1.

"Todo el mundo cristiano está representado en esta parábola. La esposa constituye la iglesia que está esperando el segundo advenimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Algunos que tienen una fe nominal no están preparados para su venida. El aceite de la gracia no está alimentando sus lámparas. No están prerarados para entrar en la cena de bodas del Cordero. Esta presentación es de una naturaleza que exigen de nosotros un ferviente estudio, a fin de que sepamos que preparación hemnos de hacer los que estamos viviendo en los últimos días, para que podamos entrar y participar de la cena de bodas del Cordero. Hemos de aceptar el último mensaje de misericordia dado a un mundo caído: 'Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su potencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.'" Manuscript Releases, tomo 16, pág. 268.


Continuará. . .