Sunday, December 1, 2013
Las Tribus de Israel — Parte 15
Nota de la Redacción: Los caracteres de los hijos de Jacob, sus derrotas, sus pecados, sus defectos, todas sus luchas y todo lo que Jesús les ayudó a vencer en esta vida, es precisamente lo que los convertirá en la guardia de honor de Cristo en el más allá. Es la demostración, en sus vidas, del poder Redentor de Cristo, lo que los convierte en lo que van a ser en el futuro.
Su lealtad, gratitud, y amor a Él, bajo las perores circunstancias de tribulación, es lo que les conferirá, finalmente, el honor más grande en la hueste redimida.
Si alguna vez usted deseó saber más acerca de los 144,000, estudie esta serie hasta el final, y aprenderá mucho acerca de ellos. Nos hemos espaciado en cada tribu para presentar la mayor cantidad de detalles que podemos, sin hacer ninguna especulación.
Judá (Alabanza)
"Es apropiado mencionar el hecho de que Judá prevaleció bajo las mismas circunstancias en las cuales Rubén fracasó. No fueron los pecados cometidos en contra del público los que le quitaron a Rubém los privilegios del primogénito; él probó deshonestidad en la vida hogareña. [Véase 1 Crónicas 5:1.] No tenía ningún respeto por el honor de su propia familia. Su padre y sus hermanos no podían confiar en él en su vida privada. En el mismo hogar, rodeado de las mismas tentaciones y ambiente, Judá se convirtió en 'el mayorazgo sobre sus hermanos y el príncipe de ellos' [1 Crónicas 5:2.]" The Cross And Its Shadow, pág. 307.
"Puede que un hombre no tenga el exterior más agradable, pudea que sea deficiente en muchos aspectos; pero si tiene un reputación de sincera honestidad, ganará la confianza de otros. El amor a la verdad, la dependencia y la confianza que otros los hombres colocan sobre él, removerán o sobrepasarán los razgos objetables de su carácter, el estar dispuesto a negarse a sí mismo con el propósito de beneficiar a otros, le traerán paz mental y el favor de Dios." Elena G. de White, Testimonies, tomo 4, pág. 353.
"Recordad que mientras más nos acerquemos al tiempo de la venida de Cristo, hemos de trabajar con mayor fervor y firmeza; porque toda la sinagoga de Satanás se nos opone. No necesitamos una excitación febril sino el coraje que nace de la fe genuina." Ibid., tomo 6, pág. 475.
"Los hombres deben tener fortaleza moral, una integridad que no puede ser alagada, sobornada, o aterrorizada." Ibid., tomo 5, pág. 297.
La tribu de Judá concluirá la semana próxima.
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