Todos los miembros de nuestra iglesia deben sentir un
profundo interés en las misiones en la patria y en el extranjero. Recibirán una
gran bendición espiritual cuando hagan esfuerzos piadosos para plantar el
estandarte de la verdad en un nuevo territorio. El dinero invertido en esta
obra traerá ricas ganancias. Los nuevos conversos, que se regocijan con la luz
recibida de la Palabra, a su vez darán sus medios para llevar la luz a los
demás.
El Señor está llamando a su pueblo a emprender diferentes
líneas de trabajo misionero. Los que están en caminos y los vallados deben
escuchar el mensaje del Evangelio de salvación. Los miembros de la iglesia
deben hacer un trabajo de evangelización en los hogares de aquellos de sus amigos
y vecinos que aún no han recibido evidencia completa de la verdad. . . .
Que aquellos que
asumen este trabajo hagan de la vida de Cristo su estudio constante. Permítanse
ser intensamente fervienres, usando todas las capacidades en el servicio del
Señor. Resultados preciosos seguirán a un esfuerzo sincero y desinteresado. Del
gran Maestro, los obreros recibirán la educación más elevada de todas.
Muchs en el pueblo de Dios deben salir con publicaciones que
contengan la luz de la verdad presente, a lugares donde el mensaje del tercer
ángel nunca haya sido proclamado. La obra del evangelista que está lleno del
Espíritu de Dios está repleta de maravillosas posibilidades para el bien. La
presentación de la verdad, en amor y sencillez, de casa en casa, está en
armonía con la instrucción que Cristo dio a sus discípulos cuando los envió en
su primer viaje misionero. Por medio de cantos de alabanza a Dios, oraciones
humildes y sinceras, y una simple presentación de la verdad bíblica en el
círculo familiar, muchos serán alcanzados. El Obrero Divino estará presente
para enviar convicción a los corazones. " yo estoy con vosotros todos los
días" es su promesa. Con la seguridad de la presencia permanente de tal
Ayudante, podemos trabajar con fe, esperanza y valor.
La monotonía de nuestro servicio a Dios necesita ser
quebrada. Cada miembro de la iglesia debe participar en alguna línea de trabajo
para Dios. Que aquellos que están bien establecidos en la verdad vayan a
lugares vecinos y celebren reuniones, invitándolos a todos cordialmente. Que
haya en esas reuniones canyos melodiosos, oraciones fervientes y la lectura de
la Palabra de Dios. . . .
Hay otros que
pueden visitar los hogares de la gente, leyéndole a los miembros de la familia
acerca de algún tema impresionante y sencillo de la verdad bíblica....
Hay quienes, debido a las tareas domésticas, no pueden hacer
el trabajo de casa en casa. Pero que no piensen que no pueden hacer nada para
ayudar. Pueden alentar a los que salen y pueden dar de sus medios para
ayudarlos a sostenerse.
Elena G. de White, Manuscript
150, 1903.
Concluido.
No comments:
Post a Comment