Tuesday, July 2, 2024

Poder Infinito

 


El Hijo unigénito de Dios vino a este mundo para redimir a la raza caída. Él nos ha dado evidencia de su gran poder. Él permitirá a quienes lo reciben desarrollar un carácter libre de todas las tendencias que revela Satanás. Podemos resistir al enemigo y a todas sus fuerzas. La batalla la ganará, la victoria, la obtendrá aquel que elija a Cristo como su líder, decidido a hacer lo correcto porque es lo correcto.

Nuestro divino Señor está a la altura de cualquier emergencia. Para Él nada es imposible. Él ha demostrado su gran amor por nosotros al vivir una vida de abnegación y sacrificio y al morir en agonía. Ven a Cristo tal como eres. . . . Entregaos enteramente a su misericordia. No hay dificultad interna o externa que no pueda superarse con Su fortaleza.

Algunos tienen temperamentos tormentosos, pero El que calmó el tempestuoso Mar de Galilea, dirá al corazón atribulado, "Calla, enmudece". No hay naturaleza tan rebelde que Cristo no pueda dominarla, ni temperamento tan tormentoso que Él no pueda sofocarlo, si el corazón se entrega a Su custodia.

El que encomienda su alma a Jesús no necesita desanimarse. Tenemos un Salvador todopoderoso. Mirando a Jesús, el Autor y Consumador de su fe, usted puede decir: "Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón de la mar". (Salmo 46:1, 2)....
 
Tengamos más confianza en nuestro Redentor. No se aparten de las aguas del Líbano para buscar refrigerio en cisternas rotas que no retienen agua. Tengan fe en Dios. La dependencia confiada de Jesús hace que la victoria no sólo sea posible sino también segura. Aunque las multitudes estén presionando por el camino equivocado, aunque el panorama sea muy desalentador, podemos tener plena seguridad en nuestro Líder; porque declara "Yo soy Dios, y no hay nadie más" (Isaías 45:22). Él es infinito en poder y capaz de salvar a todos los que acuden a Él. No hay otro en quien podamos confiar con seguridad.
In Heavenly Places, pág. 17.

No comments:

Post a Comment