Thursday, November 26, 2009

¿QUÉ DEBEMOS LEER?


Por Elena G. de White


EL PROBLEMA de lo que leemos no es muy agitado hoy en día, aún entre los reformadores. ¿Por qué? Probablemente porque la nuestra es una generación que emplea poco tiempo en la lectura. Muchos prefieren usar su tiempo viendo un video, escuchando cintas grabadas o la radio. Recomendamos al lector que considere la aplicación de los principios que el Señor diseñó, para que hagamos una evaluación sobre cuál es la lectura apropiada, y consideremos cuáles programas en video o en audio son sanos y dignos de nuestro precioso tiempo. EL EDITOR.


La educación no es más que una preparación de las facultades físicas, intelectuales y espirituales para una mejor realización de todos los deberes de la vida. Las facultades de resistencia y la fuerza y actividad del cerebro son disminuídas o incrementadas por la manera en la cual son empleadas. La mente debe ser disciplinada de tal manera que todas sus facultades sean desarrolladas simétricamente.

Muchos jóvenes están ansiosos por los libros. Desean leer todo lo que puedan obtener. Que tengan precaución con respecto a lo que leen, como también acerca de lo que escuchen, He sido instruída de que ellos están en el mayor peligro de ser corrompidos por la lectura inapropiada. Satanás tiene miles maneeras de turbar las mentes de los jóvenes. Ellos no pueden estar a salvo si no están alertas en todo momento. Deben vigilar sus mentes, para que no sean seducidas por las tentaciones del enemigo.

Satanás sabe que la mente es afectada en alto grado por aquello de lo que se alimenta. Él está buscando llevar tanto a los jóvenes como a aquellos de edad madura a leer libros de historia, cuentos y otra literatura. Los lectores de esta clase de literaturra se inhabilitan para los deberes que están ante ellos. Viven una vida irreal y no tienen deseo de escudriñar las Escrituras para alimentarse del maná celestial. La mente que necesita ser fortalecida, es debilitada y pierde su poder para estudiar las grandes verdades que se relacionan con la misión y la obra de Cristo—las verdades que fortalecerían la mente, despertarían la imaginación y avivarían un fuerte deseo de vencer como Cristo venció.

Si una gran porción de los libros publicados pudiera ser consumida, una plaga que está haciendo una obra horrenda en la mente y en el corazón, podría ser detenida. Las historias de amor, las fábulas frívolas y excitantes y aún los libros que son catalogados como novelas religiosas—libros en los cuales el autor añade a su historia una lección moral—son una maldición para los lectores. Todos los sentimientos religiosos pueden ser entretejidos a través de un libro de hisstorias, pero, en la mayoría de los casos, Satanás está cubierto con vestiduras angelicales para podeer engañar y seducir de la manera más efectiva. Nadie está tan afianzado en los principios correctos, tan seguro contra la tentación, como para que no esté en peligro al leer esas historias.

Los lectores de ficción están complaciéndose en un mal que destruye la espiritualidad, eclipsando la belleza de la página sagrada. Esto crea una excitación malsana, enardece la imaginación, inhabilita la mente para ser útil, apaarta el alma de la oración y la descalifica para cualquier ejercicio espiritual.

Dios ha dotado a muchos de nuestros jóvenes con habilidades superiorees; pero muy a menudo ellos han enervado sus facultades, confundido y debilitado sus mentes de manera que por años no han crecido en la gracia o en el conocimiento de las razones de nuestra fe, debido a que no escogieron sabiamente su lectura. Aquellos que están esperando que el Señor venga pronto, “esto corruptible sea hecho incorruptible,” debeerían, en este tiempo de graccia permanecer sobre un plano de acción más elevado.

Mis queridos amigos y jóvenes, considerad vuestra propia experiencia en lo concerniente a la influencia de estas historias excitantes. ¿Pueden ustedes, después de semejante lectura, abrir la Biblia y leer con interés las palabras de vida? ¿No encuentran el libro de Dios carente de interés? El encanto de la historia de amor está en la mente, destruyendo su tono saludable y haciendo imposible que fijéis vuestra atención en las verdades importantes y solemnes, concernientes a vuestro bienestar eterno.

La naturaleza de la experiencia religiosa de una persona es reveladda por el carácter de los libros que escoge para leer en sus momentos libres. Para que tenga una mente sana y unos principios religiosos sóliddos, la juventud debe vivir en comunión con Dios a través de su Palabra. Señalando el camino de salvación a través de Cristo, la Biblia es nuestra Guía para una vida mejor y más elevada. Ésta contiene las biografías e historias más interesantes e instructivas que jamás se haayan escrito. Aquellos cuya imaginación no ha sido pervertida por la lectura de la ficción, encontrarán que la Biblia es el libro más interesante.

Descartad con determinación toda la lectura sin valor. Ésta no fortalecerá vuestra espiritualidad, sino que introducirá en vuestra mente sentimientos que pervierten la imaginación, ocasionando que penséis menos en Jesús y que meditéis menos en sus preciosas lecciones. Mantened la mente libre de todo lo que la pueda conducir en la dirección equivocada. No la abruméis con historias que no tienen valor, las cuales no fortalecen las facultades mentales. Los pensamientos son del mismo carácteer que el alimento provisto para la mente.

La Biblia es el Libro de los libros. Si amáis la Palabra de Dios, escudriñadla cada vez que tengáis oportuniddad, para que entréis en posesión de sus valiosos tesoros y seáis enteramente instruíddos para toda buena obra, entonces, podréis tener la seguriddad de que Jesús os está atrayendo hacia sí mismo. Pero no es suficiente leer la Escritura de una manera casual, sin buscar comprender la lección de Cristo para que podáis cumplir con sus requerimientos. Hay tesoros en la Palabra de Dios que pueden ser descubiertos sólo al introducir profundamente el barreno en la Mina de la Verdad.

La mente carnal rechaza la verdad; pero el alma que está convertida experimenta un cambio maravilloso. El Libro que antes carecía de atractivo y que revelaba verdades que testificaban en contra del pecador, ahora es el alimento del alma, el gozo y la consolación de la vida. El Sol de Justicia ilumina las Páginas Sagradas y el Espíritu Santo habla al alma a trvés de ellas. Para aquellos que aman a Cristo, la Biblia es como el jardín de Dios. Sus promesas son tan gratas al corazón como la fragancia de las flores son a los sentidos.

Que todos los que han cultivado un amor por la lecturra ligera, dirijan ahora su atención a la infalible Palabra de la Profecía. Tomen sus Biblias y empiecen a estudiar con interés fresco los Registros Sagrados del Antiguo y del Nuevo Testamento. Mientras más a menudo y con mayor diligencia estudiéis vuestras Biblias, más hermosa parecerá, y menos disfrutaréis de la lectura ligera. Unid este Precioso Volumen a vuestros corazones. Éste será para vosotros un Amigo y Guía. The Youth’s Instructor, 9 de octubre de 1902.

Sugerimos esta dirección web para aquellos que deseen leer libros en castellano que se puedan descargar gratuitamente:
http://caminoalcielo.com/

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