"La esperanza de la vida eterna no se consigue con poco, es un asunto que arreglar entre Dios y vuestra alma para la eternidad; y una esperanza supuesta, y nada más que supuesta, traerá vuestra ruina. Puesto que tenéis que estar en pie o caer por la Palabra de Dios, es en esa palabra donde tenéis que buscar testimonio para vuestro caso. Allí podéis ver lo que se requiere de vosotros para llegar a ser cristianos. No pongáis a un lado vuestra armadura, ni dejéis el campo de batalla hasta que hayáis obtenido la victoria y el triunfo en vuestro Redentor." Elena G. de White, Testimonies, tomo 1, pág. 163.
"Permitimos que nuestras mentes sean alejadas de la Palabra. Si la Palabra de Dios fuese ingerida como el alimento del alma, si fuese tratada con respeto y deferencia, no hubiera necesidad de los frecuentes y repetidos testimonios ue se dan. Las sencillas declaraciones de las Escrituras serían recibidas y obedecidas.
"Sus principios vivientes son las hojas del árbol de la vida para la sanidad de las naciones.
"La Palabra del Dios vivo no es simplemente escrita, sino hablada. La Biblia es la voz de Dio hablándonos tan ciertamente como si la pudiésemos oir con nuestros oídos. Si nos diésemos cuente de eso, ¡con cuánta reverencia abriríamos la Palabra de Dios y con qué solemnidad escudriñaríamos sus preceptos! La lectura y la contemplación de las Escrituras sería considerada como una audiencia con el ser Infinito." Ibid., tomo 8, pág. 393.
" 'El principio de la sabiduría es el temor de Jehová' Proverbios 1:7. Una sola oración de la Escritura es de más valor que diez mil ideas o argumentos humanos." Ibid., tomo 7, pág. 71.
"La verdad tien poder para elevar al que la recibe. Si la verdad bíblica ejerce su influencia santificadora sobre el corazón y el carácter, dará a los creyentes una mentalidad superior." Elena G. de White, Testimonies, tomo 4, pág. 389.
"Si vostros mismos abrís la puerta para recibirla, una grande bendición vendrá sobre vosotros. Ángeles de Dios estarán en vustra asamblea y os alimentarán con las hjoas del árbol de la vida." Ibid. tomo 7, pág. 195.
Concluido
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