"Cada uno es el architecto de su propio carácter. . A todo se les da el llamado: 'Mirad a Mí y sed salvos'.Aquel que mantenga su mente centrada en Dios, contemplándolo, será cambiado. Día tras día una transformación tomará lugar en el alma, la cual hará que los ángeles se maravillen de la obra realizada en la humanidad.
"El mismo Cristo que una vez caminó por la tierra en forma humana, morará mediante su Espíritu divino en cada ser humano que abra su corazó de par en par y lo invite a entrar. El que medite en Cristo, y estudie su vida sin pecado, al contemplar la gloria del Señor será transformado "a la misma imagen, de gloria en gloria".
"Cristo está sentado para que se tome su retrato en cada discípulo". Es posible para la pobre, caída humanidad, mediante el poder de Dios, el reflejar el carácter divino. Cristo cubre la vida que ha sido estropeada con el manto inmaculado de su propia justicia. Dios y los ángeles contemplan al idividuo que ha sido revestido de esa manera y vensolamente el perfecto carácter del divino Hijo de Dios; y a través de las interminables edades de la eternidad, los redimidos testificarán del poder transformador de la sangre de Cristo." S.N. Haskell, The Cross And Its Shadow, págs. 377-378.
Serie concluida.
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