Muchos cristianos dan por sentado el hecho de que la preciosa sangre de Cristo los cubre cuando se trata de confesar sus pecados y de obtener el perdón que necesitan para ser limpios delante de Dios. Pero pasan por alto el hecho de que la sangre de Cristo puede hacer por ellos mucho más que eso.
La Sangre de Cristo es Nuestra Única Esperanza
"Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado." 1 Juan 1:7.
"Porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados." Mateo 26:28.
La sangre de cristo significa todo para nosotros, porque "casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión". Hebreos 9:22.
"Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre." Apocalipsis 1:5.
" Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno." Hebreos 13:20.
"Puede entregale al Señor su corazón y pedirle que le perdone sus pecados, y si lo hace con sinceridad, Él lo aceptará y lo hará blanco y puro en su propia sangre." Elena G. de White, An Appeal to the Youth, pág. 46.
"Cuando nos arrepentimos de nuestros pecados ante Dios, debemos sentir que sin la sangre perdonadora de Cristo, hemos de perecer." Ibid., pág. 68.
"La pregunta que se hacen los hombres y las mujeres que están mirando hacia el cielo es: ¿Cómo alcanzaré las mansiones de los benditos? Es a través de ser hechos partícipes de la naturaleza divina. Es escapando de la "corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia". [2 Pedro 1:4]. Es entrando en el lugar santísimo [del santuario celestial] mediante la sangre de Cristo, y apropiándose de la esperanza que está puesta ante nosotros por el Evanelio....Es estando en Cristo, siento guiados por Cristo, creyento en Cristo—confiando en Jesús, y al mismo tiempo trabajando en el plan de multiplicación, aferrándose a Cristo y constantemente ascendiendo hacia arriba, hacia Dios," Elena G. de White, Christ Triumphant, pág. 88.
"Cuando Satanás señale sus vestimentas sucias, repita la promsea de Jesús, 'Al que a Mí viene,no le echo fuera' [Juan 6:37.] Dígale al enemigo que la sangre de Jesucristo limpia de todo pecado. Haga suya la oración de David, 'Crea en mí un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí'. [Salmo 5:7.] Elena G. de White, Christ's Object Lessons, pág. 206.
"La sangre de Cristo, el Espíritu Santo, la Palabra divina son nuestros." E. G. de White, Christian Education, pág. 87.
"¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios." 1 Corintios 6:19, 20.
"Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación." 1 Pedro 1:19, 20.
"Que las almas a punto de perecer vayan a Él tal como son, sin una sola excusa, y rueguen los méritos de la sangre propiciatoria de Cristo, y hallarán aceptación con Dios, quien mora en gloria entre los querubines encima del propiciatorio. La sangre de Cristo es el pasaporte que nunca falla, mediante el cual sus peticiones pueden hallar acceso al trono de Dios." Elena G. de White, Fundamentals of Christian Education, pág. 252.
"Gracias a Dios que Aquel que derramó su sangre por nosotros, vive para abogarla, vive para hacer intercesión por cada alma que lo recibe.'Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados y nos limpie de toda iniquidad.' 1 Juan 1:9. La sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Habla más eloquentemente que la sangre de Abel, porque Cristo vive simpre para interceder por nosotros. Necesitamos mantener siempre ante nosotros la eficacia de la sangre de Jesús. Esa sangre, purificadora y sustentadora, apropiada por la fe viviente, es nuestra esperanza. Necesitamos crecer en aprecio de su valor inestimable, porque ésta habla en nuestro favor, a medida que por la fe, reclamamos su virtud, manteniendo la conciencia limpia y en paz con Dios." Elena G. de White, Our High Calling, pág. 47.
"Esto es representado por la sangre perdonadora, conectada inseparablemente con la resurrección y con la vida de nuestro Redentor, ilustrada mediante el rio que siempre fluye del trono de Dios, el rio de la vida." Ibid.
"Jesús rogará la eficacia de su sangre a favor del alma arrepentida." Testimonies, tomo 5, pág. 637.
Continuará....
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