Thursday, January 11, 2018

Aférrense a la Mano de Cristo


Ni un solo hilo de egoísmo debe ser atraído a la estructura del carácter que estamos tejiendo. Para continuar sin temor, debemos saber que una mano todopoderosa nos sostendrá, y una humanidad infinita en Cristo se compadecerá de nosotros. Pero no nos permitamos compadecernos a nosotros mismos, porque esto no es lo que hay que hacer. No es suficiente para nosotros tener fe en la ley y la fuerza, cosas que no tienen piedad, y nunca escuchan el clamor por ayuda. Necesitamos aferrarnos una mano que sea cálida y confiar en un corazón lleno de amor y ternura. Nunca debemos sentir que no hay peligro, pensando: "Tengo una gran experiencia, nunca voy a caer". Dios permite que los más sabios sean llevados a las circunstancias que revelan su debilidad humana. Nos encontraremos con obstáculos a lo largo del camino hacia el cielo, pero si permanecemos en Cristo, el yo no aparecerá de muchas maneras.

"Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias." Por la fe, recibimos al Señor Jesús. Por la fe, estamos unidos a él. Por la fe estamos enraizados y establecidos en él. Estamos unidos con Cristo. No debemos perder nuestro primer amor. Él hará cada día por nosotros arrepentidos, creyentes pecadores tanto como hizo cuando le entregáramos nuestros corazones por primera vez. Notebook leaflets, tomo 1 pág. 31.

Concluido.

No comments:

Post a Comment