Wednesday, September 1, 2021

Enseñanzas Espirituales Importantes


La vida de Cristo desde sus primeros años fue una vida de ferviente actividad. No vivió para agradarse a sí mismo. Era el Hijo del Dios infinito, pero trabajaba en el oficio de carpintero con su padre José. Su oficio fue significativo. Había venido al mundo como el constructor del carácter y, como tal, toda Su obra fue perfecta. En toda su labor secular, trajo la misma perfección que en los caracteres que estaba transformando con su poder divino. El es nuestro Modelo.

Los padres deben enseñar a sus hijos el valor y el uso correcto del tiempo. Enséñenles que vale la pena esforzarse por hacer algo que honre a Dios y bendiga a la humanidad. Hasta en sus primeros años pueden ser misioneros de Dios. . . .

Cualquiera que sea la línea de trabajo a la que nos dediquemos, la Palabra de Dios nos enseña a  no ser "perezosos;" sino "fervientes en espíritu, sirviendo al Señor" (Romanos 12:11).Que  "todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas" (Eclesiastés 9:10), " sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís" (Colosenses 3:24)

Las lecciones que se les den a los niños sobre los deberes comunes del hogar pueden presentarse de tal manera que a través de ellas el Señor pueda dejar impresiones duraderas en sus corazones. Haga de estas cosas comunes de la vida textos en los que puedan colgar las lecciones de la Palabra de Dios. Demuestre a sus hijos que en todo su trabajo en líneas mecánicas deben aprender a trabajar a la perfección. Al aportar precisión y habilidad a sus deberes diarios, aprenderán lecciones espirituales que permanecerán con ellos durante todos sus días. Dios requiere que se ejerza buen juicio y habilidad en nuestros planes y labores. Al dar instrucciones para la construcción del santuario terrenal, el gran Maestro estableció principios que serían para la ayuda espiritual de Israel durante toda su experiencia futura. La sabiduría y la perfección aportadas a ese trabajo fueron típicas del trabajo que debían realizar en sus vidas al preparar sus corazones para la morada del Espíritu de Dios.

Padres, ¿preguntan cuál es su trabajo? Es asumir las responsabilidades del hogar, haciendo lo mejor que puedan, y buscando cada día, cada hora, dar a sus hijos un ejemplo digno de imitar. . . . Que sus lecciones sean tales que traigan gozo y felicidad a sus vidas y los lleven a desear el servicio de Cristo. Enséñenles a usar las facultades que Dios les ha dado en Su servicio. Así estarán siguiendo el ejemplo del niño Jesús. Signs of the Times, 14 de noviembre del 1911.

 

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