Los Leales
Sólo los fieles y leales, quienes, como Josué y Caleb tenían “otro espíritu” en ellos y decidieron “ir en pos” del Señor, van a entrar a la Canaán celestial.
“Después miré, y he aquí que el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Y cantan un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron rescatados de entre los de la tierra. Éstos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes. Éstos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Éstos fueron rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero; y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.” “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.” “Bienaventurados los que guardan sus mandamientos, para que su poatencia sea en el árbol de la vida, y que entren por las puertas en la ciudad.” Apocalipsis 14:1–5, 12; 22:14. (Versión Valera, 1979).
“Los que resisten en cada punto, que soportan cada prueba y vencen, a cualquier precio que sea, han escuchado el consejo del Testigo fiel y recibirán la lluvia tardía, y estarán preparados para la traslación.” Joyas de los Testimonios, tomo 1, pág. 66.
Concluido.
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